Capítulo 2: Un cuarto muy extraño

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Despertó de golpe y estaba en un cuarto con algunas personas, se asustó y busco con la mirada a Nicole, su ropa estaba desgarrada y los demás lo veían raro, de entre las personas que estaban ahí había una chica con un uniforme de preparatoria destacaba de los demás, ya que en su mayoría eran gente común, había un par de hombres que parecían ser oficinistas, además de una mujer con ropa deportiva, todos se veían entre sí pero no hablaban.

- ¿Qué lugar es este? – Les pregunto directamente a aquellas personas, pero ninguna hablo, el par de oficinistas murmuraron entre sí, el muchacho desesperado se fue hacia la puerta e intento abrirla, pero no podía tocar el pomo, un muro invisible se lo impedía.

Comenzó entonces a golpear con muchísima fuerza lo que sea que se lo impidiera, pero una voz en su cabeza le dijo.

"No tiene caso"

Le dolió un poco las cienes y después regreso al cuarto principal, donde hasta este momento se percató que había una esfera enorme de color negro, de la cual empezó a salir un haz de luz multicolor e inicio a transferir a una persona, un chico moreno claro, de aproximadamente uno noventa con el cabello largo un poco ondulado.

Al observarlo Alberto recordó rápidamente a aquellas personas con máscaras y un traje similar al que estaban usando y sin pensarlo dos veces se lanzó a la batalla, esto tomo por sorpresa al muchacho vestido de negro, el cual comenzó a recibir puñetazos muy fuertes en la cara.

-Malditos, ¿Dónde está Nicole? – Aquel muchacho estaba completamente desconcertado, en un momento de reacciono utilizando sus poderes telequineticos para detener sus golpes a duras penas para después lo arrojarlo lejos de el.

-Cálmate, en mi puta vida te había visto, ¿Quién es Nicole? ¿Por qué puedes pegar tan fuerte? – Los puños de Alberto estaban sangrando por la fuerza que había empleado.

-Ustedes mataron a todos en el antro, mataron a mi... - Dudo en decirlo - ¿Quiero respuestas y las quiero ahora? – Las pocas personas en la sala, se apartaron rápidamente mientras que ambos se veían desafiantes.

-Mi nombre es Ulises y ¿el tuyo? - Estaba sudando mucho al contener al estudiante.

-Alberto... ¿Quién rayos son ustedes? – El forcejeo estaba siendo demasiado para el chico del traje negro, pero si lo liberaba tenía altas probabilidades de matarlo.

-¡¡Vamos a calmarnos!! Y respondiendo a tu pregunta, con ¿Quiénes somos? No es como que seamos una organización, nos obligan a venir aquí, esa bola de ahí tiene tecnología la cual nos teletransporta de alguna manera y nos obliga a matar alienígenas.

Esta nueva información empezó a ser analizada por Alberto, recordaba que aquellas personas habían mencionado una bola, seguramente era esa, pero ahora que se fijaba el traje no era exactamente iguales, aunque no lograba definir por qué.

- ¿También los obliga a matar personas? Porque eso fue lo que hicieron, tipos con un traje como el tuyo irrumpieron en un antro de las afueras de la ciudad y mataron a muchas personas, personas inocentes, mataron a alguien importante para mí.

-La esfera nunca nos ha obligado a matar personas... o no que yo recuerde, cálmate te aseguro que si hablamos podemos resolverlo, dame una oportunidad – Ulises se la estaba jugando al intentar hacerlo razonar.

Poco a poco Alberto se fue calmando un poco, aunque su cabeza era un mar de confusiones, escucharía lo que él tendría que decir y dependiendo de todo tomaría una decisión.

-Gracias – La nariz empezó a sangrarle y después empezó a explicarle – Verán, tal vez no me crean o tomen a la ligera lo que digo, pero de verdad esa esfera por alguna razón escoge personas muertas y las revive trayéndolas aquí, no sé cómo funciona exactamente pero puede hacerlo, probablemente lo último que recuerden todos es que murieron en algún tipo de accidente, yo por ejemplo llevo algo de tiempo viniendo a esta sala, morí hace como cuatro meses por la explosión de un tanque de gas en mi trabajo, un mal mantenimiento lo provoco – Se volteo hacia Alberto -¿Tu como moriste?

Gantz WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora