TRANQUILAS Y DULCES, NAVIDADES Y AÑO NUEVO

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24 de Diciembre de 1997 (El Refugio del Ciervo)

La noche de Navidad envolvía a Potter Manor en una calma reconfortante, con el crujido suave del fuego en la chimenea y el aroma a especias flotando en el aire. Albert y Analina habían sido llevados a la cama, pero antes de retirarse a descansar, Analina sintió la necesidad de compartir una melodía que había estado practicando en el piano.

"Mamá, ¿puedo tocar una canción en el piano que aprendí?" preguntó Analina, con los ojos brillantes de emoción.

Hermione sonrió con cariño y asintió. "Por supuesto, querida. Ve y toca tu canción."

Con una sonrisa radiante, Analina se dirigió al piano y comenzó a tocar, llenando la habitación con las notas dulces y melódicas de su música.

Más tarde, cuando llegó el momento de ir a dormir, Hermione acompañó a Albert y Analina a sus habitaciones. Sin embargo, los mellizos no estaban listos para rendirse ante el sueño.

"Pero mamá, no tenemos sueño," protestó Albert, con los ojos grandes y brillantes de emoción.

"Sí, queremos ver a Santa," añadió Analina con entusiasmo.

Hermione sonrió con ternura. "Pero Santa no vendrá si no están dormidos, queridos. Es importante que descansen para que puedan despertarse y disfrutar de todas las sorpresas que nos traiga la mañana."

Poco después, la casa estaba tranquila, con solo el suave crepitar del fuego rompiendo el silencio. Harry y Hermione se encontraban sentados juntos frente a la chimenea, disfrutando de un momento de paz y tranquilidad juntos.

"Es una hermosa noche, ¿verdad?" dijo Hermione, mirando el fuego con una expresión contemplativa.

"Sí, lo es," respondió Harry, tomando la mano de Hermione en la suya. "Pero no tan hermosa como tú."

Hermione sonrió, sintiendo el calor reconfortante de su amor por Harry envolverla como una manta. En ese momento, con el crepitar del fuego como fondo, se perdieron en el encanto de su conexión, sabiendo que no importaba qué aventuras o desafíos les esperaran, siempre estarían juntos, listos para enfrentarlos como un equipo.

25 de Diciembre de 1997 (El Refugio del Ciervo)

La mañana de Navidad amaneció fría y brillante, con un manto de nieve que cubría el paisaje y el sol arrojando destellos de luz sobre el lago helado cercano a la mansión. La familia Potter-Black-Greengrass se preparaba para una actividad especial: patinar sobre el hielo.

Roger, con una sonrisa amable, tomó la mano de Ginny mientras se dirigían hacia el lago. "Vamos, Ginny, te enseñaré cómo hacerlo. Es más fácil de lo que parece."

Ginny asintió con determinación, confiando en la habilidad de Roger. "Gracias, Roger. Estoy emocionada por aprender."

Mientras tanto, en la calidez de la casa, Daphne cuidaba de sus hijos mientras contemplaba la belleza del día. Sin embargo, sus pensamientos se oscurecieron al recordar que se cumpliría un año desde la pérdida de su padre. El dolor de su ausencia aún pesaba en su corazón, especialmente sabiendo que nunca tendría la oportunidad de conocer a sus preciosos nietos.

Su madre, viendo su angustia, se acercó y la abrazó con ternura. "Lo sé, querida. Pero recuerda, estaremos juntos como familia, y juntos superaremos cualquier adversidad que se nos presente."

Daphne se secó las lágrimas y se prometió a sí misma que haría justicia por la pérdida de su padre. "Sí, mamá. Chase Greengrass caerá pronto, y yo estaré ahí para asegurarme de ello."

Mientras tanto, Sirius, sintiendo la angustia de su madre, comenzó a llorar. Daphne lo tomó en sus brazos y lo consoló, sintiendo el lazo especial que compartían. "Tranquilo, Sirius. Todo está bien," murmuró suavemente mientras lo sostenía.

Más tarde, mientras Sirius tomaba su leche, Daphne notó cómo apretaba demasiado. "Tranquilo, Sirius. La leche no se va a ninguna parte," dijo con una sonrisa, acunándolo con cariño mientras le ofrecía el consuelo que tanto necesitaba.

31 de Diciembre de 1997 (El Refugio del Ciervo)

El jardín de Potter Manor estaba iluminado por una gran hoguera, cuyas llamas danzaban bajo el cielo nocturno salpicado de estrellas. La emoción del año nuevo llenaba el aire mientras la cuenta regresiva comenzaba, y Harry se encontraba junto a Pansy, compartiendo un momento íntimo entre las luces y las sombras.

A medida que la cuenta regresiva llegaba a su fin, Harry miró a Pansy con una sonrisa y la tomó suavemente del rostro, acercándola lentamente. Sus labios se encontraron en un beso tierno y apasionado, y en ese momento, el mundo pareció detenerse mientras se sumergían en el calor del momento.

1 de Enero de 1998  (El Refugio del Ciervo)

Cuando finalmente se separaron, Harry miró a Pansy con amor en sus ojos. "Creo que no hay mejor forma de terminar un año y comenzar otro que con un beso así," murmuró, sintiendo la conexión especial que compartían.

Pansy asintió con una sonrisa radiante. "Estoy de acuerdo, Harry. Ha sido un comienzo maravilloso para el año nuevo."

La mirada de Harry se suavizó mientras acariciaba suavemente el vientre de Pansy. "¿Cómo está el bebé?" preguntó con cariño.

Pansy sonrió radiante. "Perfectamente. Se está portando muy bien."

La noche continuó con risas y alegría, con la promesa de un nuevo año lleno de aventuras y momentos especiales. Y mientras la hoguera ardía en el jardín, iluminando el camino hacia el futuro, la Gran Alianza se aferraba al amor y la esperanza que les traía el Año Nuevo.

Harry asintió con una sonrisa. "Estoy seguro de ello. Y estoy emocionado por conocer a nuestro hijo en los próximos meses."

Pansy le dio un suave apretón a la mano de Harry. "Yo también. Serás un padre increíble, Harry. Correcion ya lo eres"

"Sé que será un bebe muy lindo maravilloso igual que su madre." dijo Harry con una sonrisa, colocando una mano con suavidad sobre la barriga de Pansy.

Pansy se apoyó en el hombro de Harry, sintiéndose profundamente conectada con él en ese momento especial. "Gracias, Harry. No puedo esperar para que nuestra familia crezca aún más."

La Herencia Potter-Black-Peverell-SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora