La Herencia Potter-Black-Peverell-Slytherin

¡MI GIRATIEMPOS!

11 de Enero de 1998 (Sala de los Inafables)

La atmósfera en la sala estaba cargada de emoción mientras la familia Greengrass se reunía después de su viaje en el tiempo. Crux Greengrass abrazó a su esposa, Mirana, y a sus hijas, Daphne y Astoria, con fuerza, sintiendo un profundo alivio al tener a su familia unida una vez más.

Mirana acarició el rostro de su esposo con ternura, sus ojos llenos de lágrimas de alegría. "Crux, pensé que nunca volvería a verte", susurró con emoción.

Crux la abrazó con fuerza, prometiéndole nunca más separarse de ella. Luego se volvió hacia Daphne y Astoria, sus hijas, quienes habían demostrado una valentía y determinación más allá de su edad.

"Daphne, Astoria", comenzó Crux con voz emocionada, "no tengo palabras para expresar cuánto me enorgullezco de ustedes. Han demostrado una fuerza y ​​un coraje que me deja sin aliento. Estoy eternamente agradecido por tenerlas como mis hijas".

Daphne y Astoria se abrazaron a su padre con lágrimas en los ojos, sintiendo un amor y una conexión renovados con él.

Crux se volvió hacia Harry y Neville, quienes habían sido una parte vital de la vida de sus hijas en su ausencia. "Quiero agradecerles, Harry, Neville, por cuidar de mis hijas en mi ausencia. No puedo expresar cuánto significa para mí saber que estuvieron allí para ellas cuando más las necesitaban".

Harry y Neville asintieron con humildad, sintiéndose honrados por las palabras de Crux. "Siempre estaremos aquí para Daphne y Astoria", prometió Harry con solemnidad.

Luego, Crux se inclinó sobre la cuna donde descansaban los tres pequeños bebés, Sirius, Orion y Crux, sus nietos. Una mezcla de alegría y asombro iluminó su rostro mientras los observaba con amor.

Daphne se acercó a su padre con un gesto de respeto y gratitud. "Padre, quiero devolverte el título de Lord Greengrass. Tú eres el legítimo señor de nuestra casa."

Crux sonrió con ternura y le puso una mano en el hombro a su hija. "Daphne, mi querida hija, ya eres una líder formidable. No necesito el título para saber que eres la digna heredera de nuestra casa. Además, así podré pasar más tiempo con mis nietos y disfrutar de mi familia."

Daphne sintió un nudo en la garganta mientras miraba a su padre con gratitud. "Pero papá, este es tu lugar, tu título", dijo con voz temblorosa.

Crux sonrió con ternura. "Mi lugar está junto a mi familia, y eso es todo lo que necesito. Quiero pasar más tiempo con mis nietos, verlos crecer y ser parte de sus vidas. Además, sé que estarán en buenas manos bajo el liderazgo de ustedes, mis valientes hijas".

Con lágrimas en los ojos, Daphne abrazó a su padre con fuerza, sintiendo un amor y una gratitud infinitos por el hombre que siempre la había apoyado.

14 de Enero de 1998 (El Refugio del Ciervo)

La tranquilidad de Potter Manor se vio repentinamente interrumpida cuando dos figuras jóvenes irrumpieron en la mansión sin previo aviso. Albert y Analina, del futuro, se encontraron en un lugar desconocido, confundidos y desorientados.

"¿Dónde estamos, Albert?" preguntó Analina, mirando a su hermano con desconcierto.

"No lo sé, Analina. Pero parece... diferente", respondió Albert, escudriñando la sala con curiosidad.

Decidieron actuar con naturalidad, como lo harían en cualquier situación desconocida. Sin embargo, cuando se dirigieron a Dobby, esperando su ayuda como de costumbre, notaron algo extraño: Dobby no los reconoció.

"¿Dobby, qué está pasando?" preguntó Albert, su voz llena de confusión.

El elfo doméstico frunció el ceño, inspeccionando a los jóvenes con detenimiento. "Dobby no reconoce a los señores", respondió, confundiendo aún más a los hermanos.