JUICIOS

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5 de Mayo de 1998 (Wizerdgamont)

El día del juicio de Theodore Nott llegó rápidamente, y la sala del Wizengamot estaba llena de tensión y expectación. Todos los ojos estaban puestos en Harry Potter, quien como Lord Peverell, estaba decidido a hacer justicia por los crímenes cometidos contra su familia y el asesinato de su hijo no nacido.

Nott, con las manos encadenadas, fue escoltado a la sala por dos aurores. Se veía pálido y asustado, consciente de que su destino estaba en manos de aquellos a quienes había perjudicado profundamente.

El Ministro de Magia, Lord Andree Macmilan, se levantó y habló con voz firme. "Theodore Nott, has sido encontrado culpable de asesinato, tortura y múltiples crímenes contra el mundo mágico. La sentencia habitual para tales crímenes es el beso del dementor y el posterior lanzamiento al Velo de la Muerte."

Un murmullo recorrió la sala, pero Lord Macmilan levantó una mano para pedir silencio. "Sin embargo," continuó, "Lord Peverell, ha solicitado el derecho de ejecutar la sentencia él mismo, siguiendo las antiguas costumbres de su familia."

Harry se puso de pie, la autoridad y el dolor reflejados en su semblante. "Como Lord Peverell, he prometido honrar las costumbres de mi familia. Y una de esas costumbres es que un Peverell, como amigo de la Muerte, tiene el derecho de ejecutar a los culpables de crímenes atroces contra su linaje."

Nott intentó hablar, pero su voz fue ahogada por el miedo. "Potter, por favor, ten piedad..."

Harry lo miró con una frialdad implacable. "Theodore Nott, tus acciones han causado un dolor inimaginable. Has asesinado a mi hijo no nacido y atacado a mi familia. No habrá piedad para ti."

Luna, aún angustiada pero con una fuerza interna visible, se acercó a Harry. Con manos temblorosas pero decididas, le entregó las Reliquias de la Muerte: la Varita de Saúco, la Piedra de la Resurrección y la Capa de Invisibilidad.

Harry tomó las Reliquias con solemnidad y pronunció un antiguo conjuro, invocando a la Muerte. La sala se llenó con una presencia oscura y poderosa, y una figura sombría apareció, la Muerte en sí misma, respondida a la llamada de su viejo amigo.

La Muerte se acercó a Nott, quien ahora estaba temblando y sollozando. "Por favor, no..." suplicó, pero su voz se perdió en el silencio mortal que llenaba la sala.

Con un gesto de la mano, Harry pronunció las palabras finales. "Por los crímenes cometidos contra mi familia, contra el mundo magico, te sentencio a enfrentar a la Muerte."

La Muerte, una sombra siniestra y fría, envolvió a Nott con crueldad y despiadada inevitabilidad. La ejecución fue rápida y brutal, cumpliendo con la antigua tradición de los Peverell.

La sala quedó en silencio mientras la sombra de la Muerte se disipaba, dejando el cuerpo sin vida de Theodore Nott en el suelo. La justicia finalmente había sido servida.

Harry se volvió hacia la multitud, su rostro lleno de determinación y dolor. "Que esto sea una lección para todos aquellos que piensen en hacer daño a mi familia."

Despues de ese dia no se volvio a escuchar el nombre de la Casa Nott nunca mas.

6 de Marzo de 1998 (Wizerdgamont)

El día siguiente, la atmósfera en el Wizengamot era tan tensa como el día anterior. Esta vez, el juicio era para Draco Malfoy, acusado de complicidad en los crímenes cometidos por los mortífagos y por las atrocidades cometidas contra los Weasley.

Draco fue llevado a la sala, con una expresión de resignación en su rostro. Se veía pálido y agotado, consciente de que su destino ya estaba sellado.

El ministro se levantó para pronunciar la sentencia. "Draco Malfoy, has sido encontrado culpable de tus crímenes. Tu sentencia: el beso del dementor y tu cuerpo será arrojado al Velo de la Muerte."

La sala se quedó en silencio mientras Draco era llevado a su destino final. No hubo súplicas ni gritos, solo una fría aceptación de su castigo. El procedimiento se llevó a cabo rápidamente y sin incidentes.

Con la muerte de Draco, las antiguas costumbres de la familia Malfoy dictaban que la Casa no debía extinguirse. Como ex esposa de un Malfoy, Narcissa tenía el derecho de reclamar la Casa Malfoy para asegurar su continuidad.

Narcissa se levantó con dignidad, caminando hacia el frente de la sala. Con voz firme y clara, proclamó: "Yo, Narcissa Lovegood-Black-Malfoy, jefa de la Noble Casa de Malfoy, reclamo la casa Malfoy y nombro a mi hijo Scorpius como heredero."

Una vez hecho esto, se volvió hacia Harry. "Lord Slytherin," dijo, inclinando ligeramente la cabeza. "Para cortar la enemistad con la Casa Slytherin y asegurar la protección de mi familia, ofrezco la Casa Malfoy como vasalla de la Casa Slytherin."

Harry asintió, reconociendo el gesto de paz y lealtad. Narcissa continuó con el juramento:

"Yo, Narcissa Lovegood-Black-Malfoy, jefa de la Noble Casa de Malfoy, juro fidelidad a la Casa Slytherin. Vinimos delante de Lord Slytherin por protección. A cambio, tomaremos su lado en todas y cada una de sus disputas, presentes y futuras, porque su honor ahora será nuestro honor. Cualquier cosa de la Casa Malfoy es dada a la Casa Slytherin para que la use como mejor le parezca. Así sea."

Harry miró a Narcissa y habló con solemnidad: "La Casa Slytherin acuerda proteger a la Casa Malfoy de todas y cada una de las disputas, presentes y futuras. La Casa Slytherin acuerda hacer de la Casa Malfoy una casa vasalla de la Ancestral y Noble Casa de Slytherin. Como tal, la Casa Malfoy recordará representar a la Casa Slytherin con hechos y palabras. La Casa Slytherin espera apoyar y admirar siempre a la Casa Malfoy por su lealtad. Pero tengan cuidado: la Casa Slytherin devolverá lo que recibe de sus casas vasallas, mal por mal, bien por bien. Esto lo hemos declarado libremente. Así sea."

"Así sea," repitió Narcissa, completando el juramento.

La Herencia Potter-Black-Peverell-SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora