Después de meses sus dos cachorros seguían en cama. Solo podía verlos respirar con tranquilidad conectados a todos eso tubos. El aroma imperceptible de ambos solo lo llenaba más de preocupación.
La idea de verlos muertos lo hacía romper en lágrimas y la culpa atacaria su cuerpo.
Así que seguía una buena rutina, una que desgastaba sus energías y el albino intervenia para obligarlo a dormir. Cuidando durante el día aquello en cama, obligando se a solo tomar misiones de corta distancia.De vez en cuando era acompañado por la pequeña tímida alfa, sentándose a su lado sin decir una palabra. Encariñandose más con la cachorra, agradeciendo su silencio.
La mirada rosa siempre enfocaba el rostro durmiente de Tanjiro, con sentada en buscar cualquier movimiento inconveniente del rostro afable y bronceado.
—Kanao ¿te sientes bien? —sujeto la mano de la alfa qué temblaba, ella estaba alterada, sudando y con la mirada perdida y enfocada hacia donde estaba Tanjiro.
—Tomioka-sama... —el susurro casi inaudible salió de sus labios temblorosos; Kanao una alfa qué recién había pasado por su Rut se encontraba sencible ante el aroma fuerte que se encontraba en la habitación —Ta... Ro... —jadeo sintiendo que no podía respirar, las feromonas pesadas y fuertes estaban golpeando su sencible olfato.
Desplazó a la chica fuera de la habitación, brindándole aire fresco, dando suaves palmaditas en su espalda reconfortante para ella. La alfa más relajada volteo a ver al mayor, sonriendo apenada y jugando con sus dedos, había preocupado a un pilar y aún peor a un omega.
—Yo.... Tanjiro... Creo que su primer celo está por desarrollarse —las palmadas se detuvieron en seco.
—Kanao...—se mordió la piel interior de su boca. El primer celo es demasiado doloroso y el cuerpo del omega menor no se encontraba en un buen estado; el cachorro sufriría varios problemas en su desarrollo —Llama a Kocho —dictó a la pequeña alfa, necesitaba ayuda.
Kanao asintió y se marchó en busca de la beta, deseando que se encontrará en la finca aun. El cielo se pintaba de naranja reduciendo la probabilidad de que la pilar se encontrase en el lugar. El morocho se quedo cerca de la puerta de la habitación, apoyando un poco la oreja en la madera escuchando a alguien tosiendo, siendo tan pausado qué no le llego a preocupar hasta que se escuchaba ahogado.
Abrió el shoji, dejado salir la consentracion de feromonas en el lugar. Inosuke se retorcía en su cama agarrándose el pecho, aquel aroma sofocaba a su tierno lobo. Tomioka retrocedió por sus propios pasos, necesitaba a Kocho.
—¡Aoi! —grito llamando a la omega que estaba cerca, almenos debían sacarlo de ahí. La tos de Inosuke empeoraba, comenzando a sangrar por la boca y la herida de su pecho sangraba un poco. Aoi llego ayudandolo a desconectar los tubos de los brazos para que el polar pudiera cargarlo y llevarlo a otra habitación.
—Tomioka-san, aquí estoy ¿qué sucede? —la mirada de Kocho se alertó al ver la sangre del alfa menor correr —llevemoslo al quirofano; Aoi, Tomioka-san, acompañenme —la tos del alfa se calmo pero la sangre seguía corriendo y sus latidos se debilitan aun mas.
ESTÁS LEYENDO
Viento Fuerte
FanfictionAnuncio: Despues de desaparecer quedarme atras con varios temas, pense en escribir una nueva historia con mis personajes favoritos de KNY. Sannegiyuu ~𖣘 Aun con una suave brisa helada ᯾~ estrellandose en su rostro, ...