Mientras Changbin y el señor Park se encargaba de los paparazzi, Hyunjin se encerró en una sala privada del museo junto con el rubio escandaloso.
—Habla rápido ¿Qué quieres?— Ni si quiera trató de ocultar su urgencia porque el chico desapareciera lo antes posible. Su noche estaba por completo arruinada y ahora tendría que ver cómo arreglarlo.
—Eso, quiero hablar.
Félix se sentía horriblemente enojado de solo ver a aquel hombre, recordaba lo mal que se sintió aquel maldito día que lo conoció y su estómago se revolvía queriendo escupir un sin fin de maldiciones. Deseaba cachetearlo y pegarle con todas sus fuerzas en los testículos.
—Mira beta, no tengo tiempo para estos juegos, si quieres hablar hazlo con tus amigos o con un vagabundo, realmente no me importa, pero no vengas a quitarle el tiempo a los que tenemos cosas importantes por hacer.
Félix se interpuso en su camino impidiéndole marcharse.
—Iré al grano— De solo pensar en sus siguientes palabras le daban ganas de querer dar un salto por un gran edificio —Tú... bueno yo, en verdad soy... tu omega— Comer vomito le hubiera sabido menos agrio.
Hyunjin suspiró incrédulo y rodó los ojos, pero al volver su mirada a él, vio claramente una marca en el cuello del chico. Aunque era diferente a las normales por lo pequeña y amorfa que se percibía, no cabía duda que era la marca de un alfa.
Por su mente pasaron un sin fin de pensamientos en menos de 3 minutos, tratando de encontrar el sentido de aquello.
—Ah, ya veo— Dijo con una sonrisa socarrona —Te pagaron por hacer esto.
—No...
—¡¿Entonces?!— Dijo casi gritando, exasperado al pensar que sus planes se habían arruinado por una estupidez —Hasta hace unos meses eras un beta y hasta ahora...— Se acercó al chico antes de continuar. Le tomó con fuerza de los brazos sin importarle si le hacía daño y aspiró profundamente de su cabello y luego su cuello, donde aprovecho para ver mejor la marca —Nada, no emites ningún tipo de feromona.
Félix apretó la mandíbula aguantando lo mejor que podía sus ganas de pasar su puño por su mejilla. Empezaba a pensar que el que quien dijo que la violencia no era una opción estaba equivocado, darle una buena bofetada a ese alfa soberbio seguramente le haría sentir mucho mejor.
—¡Soy tu omega, soy tu omega, soy tu omega!— Gritó Félix mientras pataleaba como un niño haciendo rabieta.
Hyunjin se apresuró a taparle la boca temiendo que los invitados escucharan, como si no lo hubiesen escuchado cuando hizo su estrepitosa entrada repitiendo lo mismo.
—Dios, ¿Cuántos años tienes? Si crees que asi voy a ¡AH!— El chico le había mordido la mano —¿Estás loco?
Los ojos del rubio empezaron a humedecerse sintiendo toda la impotencia y rabia del mundo.
—¡Por tu culpa estoy así!— Dijo golpeando su pecho con fuerza.
—¿Y por qué diablos estas tan seguro que fui yo? Quizás fue otro alfa, pareces del tipo que se acuesta con cualquiera.
Félix se alejó de él, sería la última ofensa que le permitiría.
Estaba seguro de que jamás había odiado a nadie tanto como lo odiaba a él.—Mañana, en el hospital central, a las nueve en punto, más te vale no faltar o me encargare de hacerle saber a todo el mundo lo que me hiciste.
—¿Hospital?— Hyunjin casi tartamudeaba, la simple palabra le causaba repelús.
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Omega a medias [Hyunlix] (Omegaverse)
Romance¿Qué era peor que ser un omega? Quizás estar entre la delgada línea de ser un beta y un omega. Félix no sabía nada al respecto, todo era nuevo, como si estuviese despertando en un nuevo cuerpo. Y esta nueva transición que le daba un nuevo enfoque a...