Capítulo Treinta y Cuatro.

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Por toda la escuela se escuchaban los murmullos de que había una nueva pareja merodeando el lugar. Y el centro de atención; era nada mas y nada menos que Elliot y Kendall.

Habían comenzado a salir después del baile y realmente me ponía bastante feliz que al fin haya podido encontrar a alguien.
La voz chillona de la pequeña locutora de la escuela, que siempre nos traía noticias nuevas a la escuela gritó.
"Elliot Paterson y Kendall León no se quedan atrás con eso del romance, ahora son la pareja más hablada en los temas de conversación. Ya veremos cuánto aguantan, pequeños tórtolos."

-Vaya, parece que lo de Kenlliot va enserio.

Evan apareció de la nada detrás mío, comiendo como siempre su paleta de caramelo.

-¿Kenlliot? -Solté una tremenda carcajada.

Evan frunció el entrecejo sin entender que era lo que me causaba risa.

-Así le decimos los chicos y yo a la nueva pareja.

-Oh, Wow. -Me volví a reír.

Lo lamento, era inevitable.

-¿Porqué se ríen tanto?

Su voz me dejó helada, no quería siquiera verlo a los ojos. No habíamos hablado desde hace varias semanas y parece que lo estábamos sobrellevando de lo mejor.
Digo, no es que hayamos sido algo.

Amigos, quiero decir. Eso nunca lo fuimos.

-No, de nada. -Habló Evan. -Ya sabes cómo es Aliss.

Sentí su mirada sobre mi hombro esperando a que yo hablara, pero me era imposible.

-Uhmm, tengo que irme Ev, nos vemos luego. -Le di un beso en la mejilla. -Adiós, Elliot.

No supe si me respondió porque me fui a paso veloz de ahí, sentía que iba a empezar a volverme loca si me quedaba un segundo más.

Una mano tomó mi brazo fuertemente haciéndome quejarme del agarre.

-Oye, que te,-las palabras se quedaron en mi boca. Elliot me veía detenidamente a los ojos y yo a los de él.

Parpadeé hasta dejar de mirarlo y halar mi brazo.

-¿Que te sucede?-Me quejé.

-¿A mi?, ¿Qué te sucede a ti?-Habló molesto. -Primero me dejas de hablar por semanas y luego me ignoras como si no me conocieras.

-Elliot, tienes novia, no puedo andar ahí contigo pegada todos los días.

-Pero eres mi amiga, que estés conmigo no es nada extraño.

Un silencio se inundó entre nosotros. No sabia qué responder a eso, acaba de decirme que yo era su amiga.

-Pero Kendall va a pensar que,-me interrumpió.

-Kendall lo entenderá, no se interpondrá.

-Bien, Eh, uh, tengo que irme. -Cargué mi mochila de Nueva cuenta sobre mi hombro.

-De acuerdo.

Él tomó el camino de la derecha y yo el de la izquierda.

Esperen, voy a química y el laboratorio está hacia la derecha.
Me regresé al lado contrario y él hizo lo mismo.

-Voy a química. -Solté.

-Yo a Literatura. -Dijo señalando el lado izquierdo.

Definitivamente juntos somos unos completos idiotas.
Sonreí mientras caminaba.

¡Aléjate de mi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora