Lo admito y lo confieso, necesitaba escribir algo de los humanos siendo dioses y los dioses siendo humanos.
Incluso si no soy buen@ en estas cosas.
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Beelzebú estaba aliviado, habían logrado que la humanidad ganará, no creía que pudiera soportar otros 7 mil años como alma humana, reencarnado y recordando su vida como dios.
No le importa ser dios o humano, pero vivir como humano era cansado.
Cuando la valquiria mayor lo contacto para participar en el Ragnarok sabia que llego el momento en el que tendría que enfrentarse a Nikola, nuevamente.
Cuando le toco convivir con otros peleadores, que alguna vez fueron dioses, noto grandes cambios.
Thor y Zeus perdieron los primeros dos combates, Poseidon fue el primer ganador de la humanidad. Admite que en cuanto Poseidon piso la arena fue una gran sorpresa.
Su rostro se mantenía impasible, pero sus ojos reflejaban más emociones de las que alguna vez vio en el. Irónicamente el rubio decidió pelear usando una espada, sus movimientos eran elegantes, pero no por eso menos letales.
Hades fue otra sorpresa, ser emperador de China no debe ser muy diferente que Rey del inframundo, llevaba ropas parecidas a él humano que se enfrento siendo un dios, solo que con colores que favorecían al albino. Hades también ganó su ronda.
Hasta ese momento todos los combates acaban como la vez pasada y eso empezaba a preocuparlos.
Cuando llego la hora de pelar de Beelzebú, se encontró cara a cara con el ahora dios. Era casi igual a la última vez.
El ex-demonio no podía ver las alas, pero sabía que Nikola era un ángel o algo parecido, y no sabía si sentir envidia o alivio. Por lo que veía Nikola no tuvo el mismo problema con Satanás como el.
El castaño había rodeado a Beel mientras lo examinaba descaradamente, cosa que casi hace a el pelinegro dar media vuelta, pero no lo hizo, principalmente porque Poseidon lo regresaría de una patada.
No sabe como los demás lograron ganar, porque el perdió, Nikola ganó, como debió de hacerlo en un principio.
Lo siguiente que supo el ex-demonio es que el deseo que habían pedido por su victoria fue la resurrección de los caídos en batalla, por lo que que desgraciadamente fue devuelto a la vida.
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Beel se encontraba paseando en un pequeño parque del Valhalla, huyendo de Loki que quería trasvestirlo.
Noto que había más palomas de lo normal, pero decidió dejarlo pasar, se sentó en una banca a contemplar el panorama, sin notar que a su lado estaba el dios más amable que había conocido.
— ¡Oh! ¡Eres tú!, Veo que estás bien — dijo el castaño con una gran sonrisa, Beelzebú pego un pequeño brinco al escuchar la voz tan animada de Nikola, el pelinegro solo lo miro con curiosidad a modo de respuesta.
Nikola volvió a su tarea de alimentar a las palomas sin esperar realmente una respuesta.
— Veo que te gustan mucho las palomas — dijo intentando iniciar una conversación.
— Son lindas, inteligentes y elegantes aunque no lo parezcan, son criaturas dignas de admirar
Beelzebú tarareo en respuesta mientras ladeaba la cabeza, no las encontraba interesantes, solo las veía como palomas, pero tampoco le desagradaban.
Nikola lo miro con la sonrisa más grande que había visto mientras sus ojos brillaban, de alguna manera el pelinegro terminó escuchando el discurso de Nikola sobre las palomas y todos los datos que sabía de ellas. El castaño de vez en cuando miraba de reojo para ver si Beelzebú seguía ahí, para su sorpresa, seguía ahí, escuchándolo atentamente.
Lamentablemente el momento fue interrumpido, en un pestañeo Beelzebú fue arrastrado por Apolo y Poseidon que huían de Loki para mantener su dignidad casi intacta.
— ¡Hasta luego Beel! — fue lo único que logro decir el castaño cuando logro procesar que pasaba, su rostro mantenía una sonrisa que no era capaz de borrar.
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De alguna manera Beelzebú estaba dirigiéndose a los aposentos del dios Nikola, con un regalo. Ni siquiera el sabía como o porque.
Poseidon estaba sentado en el piso absorto en su lectura con una manzana sobre su cabeza mientras Apolo apuntaba con su arco y flecha.
— Si le gustan las palomas regalale una.
—¿Por qué le regalaría una paloma?
Por primera vez en mucho rato, el rubio lo volteo a ver con su expresión indiferente.
— La verdadera pregunta es; ¿Por qué no lo harías?
— ¡No te muevas! — refunfuño Apolo.
Iba a ignorar que eso sucedió, iba a hacerlo, pero algo dentro de él no lo hizo. Miro la bella paloma que estaba en una Jaula que había comprado para transportarla y solto un ruidoso suspiro.
Odiaba a Hades que lo había incitado a acercarse a él castaño.
Mataría a Poseidon sin duda.
Odiaba a Gondull por burlarse de el al ver al animalito por que se dio cuenta de lo que pasaba.
Mientras caminaba, vagando por sus pensamientos encontró a quien buscaba.
— ¡Beel! ¡Eres tú otra vez! — la voz animada que ya conocía casi a la perfección se hizo presente.
No sabía en qué momento el Dios agarro tanta confianza, pero no era lo importante en ese momento.
— Hola Tes... Nikola. Lamento lo de la última vez, Poseidon me jalo en contra de mi voluntad.
— ¿Poseidon? — el castaño ladeo la cabeza.
— Si, el no suele ser muy táctil como yo, pero lo permito — dijo encogiendose de hombros, noto la mueca que se formó en el rostro del más alto.
El pelinegro extendio la jaula a Nikola, disfrutando de como la mueca se transformaba en un expresión dr sorpresa.
— Se que eres un dios y seguramente tendrás miles de palomas, pero aún así — insistió en que le dios tomará el regalo, cuando lo hizo, se apresuró a regresar por donde vino.
Sin saberlo, ahora Beelzebú tendría un problema más que agregar a su lista de desgracias.
Ahora tendría que soportar a Nikola más de lo que planeo en un inicio.
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¿Un fanfic sin mucho sentido?
Si, definitivamente es lo que es.
No soy buen@ escribiendo, pero se intento, no podía sacar esto de mi cerebro, después me arrepentiré.
¿Los dioses siendo humanos? Si por favor
Eso es toda mi aparición.
