EPIFANIA 2 YOONMIN (Saga Selenosis Completa)

CAPÍTULO 18 INCERTIDUMBRE

La mirada obscura de la secretaria de Lee Yoongi, captó al Joven Jan Dong Jimin y no pudo evitar el desconcierto, ya que su jefe no le había informado acerca de la visita.

—Buenas tardes Rose —saludó, Jimin a la asistente, siendo amable con la mujer.

—Buenas tardes Joven Jimin. —Correspondió poniéndose de pie y en un acto reflejo que denotaba nerviosismo.

—Quisiera hablar con el señor Lee por favor.

—Disculpe Joven es que el señor Lee no se encuentra en la torre, está trabajando en un caso —informó y en su voz se sentía el pesar de no poder complacerlo.

—Entiendo, podría decirle que vine... O no, por favor no lo haga —dijo arrepintiéndose.

—Está bien, pero podría contactarlo al teléfono móvil siempre atiende las llamadas. —Dándole opciones al chico.

—Bien eso haré, gracias Rose... —Y elevaba su mano derecha en un gesto de despida y al mismo tiempo le pedía tranquilidad a la secretaria.

—De nada Joven, estamos para servirle. —Le dijo con una amable sonrisa que hacían brillar sus ojos cafés.

Jimin se encaminó por el pasillo, sumido en la misma incertidumbre en la que estaba desde hace dos semanas.

Yoongi definitivamente lo estaba evadiendo, le había desviado las llamadas, no estaba en la torre Lee, tampoco en fiscalía, todos le decían lo mismo, que trabajaba en un caso, pero ese caso no duraba las veinticuatro horas del día, bien podía llamarlo o al menos un maldito mensaje, no se llevaría un minuto.

Sin pensarlo, sólo dejándose llevar por esos impulsos que le asaltaban de la nada, buscó su movil y llamó a Jungkook lanzando por sexta vez su orgullo al lodo.

—Aquí Jungkook, pero no te equivoques no soy Brad Pitt, así que no hay autógrafos, fotos ni nada que se le parezca. —Atendió con el humor de siempre.

—¿Cómo estás Jungkook? —Preguntó, sin poder evitar sonreír ante las ocurrencias.

—Ya sabes cómo estoy... Y bueno me siento muy bien, deberías darme permiso para llamarte cuñado.

—No lo sé, si algún día aparece tu primo ¿o es que lo abdujeron los extraterrestres y no me lo has dicho?

—No, en realidad lo descuarticé y lo tengo en un congelador en el sótano... ¿Aún no se reporta contigo?

—No, lleva dos semanas sin hacerlo, ¿Seguro que aún tiene memoria?; ¿O solo fue mi parte la que se le borró del disco duro? dile que no estoy en plan de hacer el remake de la película como si fuera la primera vez.

—Jimin, eso sería tierno, te imaginas enamorar a Yoongi todos los días... Qué te parece si te vas hoy al departamento y lo esperas con champagne y fresas, por algo se empieza... Eso sí, ni de mierda pongas velas. —Le advirtió sin dejar de lado la broma que le estaba jugando a Jimin.

—Aún no entiendo porque no le gustan las velas.

—No es solo con las velas, es con el fuego... No le gusta, le tiene pánico, espero no entre en crisis delante de ti porque sales corriendo.

—¿Por qué? —preguntó algo sorprendido, no sabía que fuese de tal magnitud.

—Me gustaría contártelo, pero es algo que no me corresponde. —La voz de Jungkook a través del teléfono cambió, de la bromista a la seria.

—Jungkook, me gustaría saber por qué Yoongi me evade, como te he dicho, no hemos discutido todo estaba muy bien...

—Jimin no pienses que es algo en tu contra, dale tiempo... Yoongi es así, es un bicho raro, poco a poco lo irás conociendo o más bien adaptándole a él, sé que algo pasa, pero ni que me ponga la máscara del tipo de Saw y lo torture le sacaré nada, lo sé porque llega y se encierra en su habitación eso no es lo extraño, lo que es verdaderamente extraño es que no ha practicado Kendo desde hace dos semana y hay veces que se pone así, yo sólo lo dejo, le doy su tiempo y cuando regresa al mundo no le pregunto nada porque se molesta, llega con un humor de puta sin clientes, sé que no es la mejor carta de presentación que te estoy dando de mi primo, pero así es él... Ni modo, elegiste al más complicado de los tipos.