Viernes, 4:00 PM
Ray
Tengo hambre; ya deberían estar aquí con la maldita merienda que pedí, salgo de la oficina y el olor a comida me llega pero no hay nada en la cocina, ¿Donde mierda esta mi comida?.
—Esperanza, ¿Donde mierda esta la comida que te pedí?—
Me prende la sangre la gente estúpida, le di un trabajo, una maldita responsabilidad y no es capaz de cumplirlo. —¿Se te cayo el cerebro en el inodoro o que? Te hice una maldita pregunta, ¿Donde mierda esta la comida que te pedí?—
—La niña— dice girándose, ha trabajado conmigo por casi un año y en algún punto dejo de temblar cada vez que le hablo— me dijo que la llevaría, que usted le había pedido que ella la llevara, la envié hace casi media hora.—
Maldita mocosa de mierda, una cosa es que sea mi sobrina y otra es que se meta con mi maldita comida, la voy a estrangular; hay empleados, puede pedir lo que le de la gana pero se roba mi comida como un animal carroñero.
Abro la puerta de su habitación y esta en la cama con la cara enterrada en la almohada, el plato con pollo y los malditos vegetales está intacto, solo comió la mitad del maldito sandwich y ni siquiera se para que mierda tomo el batido de proteína.
—¿Que mierda te pasa? Si tienes hambre pide tu propia comida; no te robes lamía.—
—Ni siquiera toque tu maldito pollo y tu jugo sabe a mierda, llevatelo si te dala gana.— Esta llorando, ¿por que mierda esta llorando? no soporto ver gente llorando, me prende la sangre ver gente débil, la demencia debe venir por el lado de la loca que la pario.
—¿Me ves cara de comer sobras maldita mocosa?—
—ENTONCES QUE MIERDA HACES AQUI... Lárgate de mi cuarto...—
Maldita sea, camino hasta la puerta pero los sollozos con demasiado intensos para dejarla así. —Es mi casa, a mi no me hechas de mi casa, me puedo quedar donde me de la gana.—Espero una respuesta picante como acostumbra; algo estúpido o algún comentario inmaduro, pero permanece en silencio sollozando como un bebe. —¿Que mierda te pasa? ¿Se casó Justin Bieber o que?—
—Se casó hace años y a mi no me gusta ese señor, tengo 13; no treinta, maldito anciano.— Responde sentándose en la cama.
Anciana su abuela, como mierda voy yo a saber quien esta de moda o que le interesa; no escucho música y no tengo tiempo para seguir farándula, veo los carteles de bandas con letras en las paredes pero no reconozco nada.
—Entonces, ¿que te pasa? ¿Por que manchas mis almohadas de saliva y mocos? ¿Quieres tu biberón o que?—
Vuelve a sollozar con los ojos llenos de lagrimas y me acerco movido no se si por lastima o por instinto. —Annett si esto es por tu obsesión con Alex, te aviso que le gustan las mujeres mayores que el, sal de esa burbuja y consigue un novio de tu edad o algo o avísame y te meto a un convento para que no te cagues la vida.—
—No es por eso, maldito estúpido. Hoy es el recital de mi escuela de danza, mami quedo de cancelar, pero no lo hizo y yo no quiero ir...—
Ha estado hablando de esa mierda por semanas, me obligo a enseñarle a desarmar una pistola por eso, como que no va...
—¿Para que me hiciste perder el tiempo entonces? ¿Por que no vas?—
—Porque todas irán con sus papás, dime, ¿Debería llamar a David para que me lleve? ¿Que crees que le parezca mejor, matarme en el escenario o esperar a que termine la coreografía?—
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Eros -Borrador
RomanceNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...