Capítulo 68. Epílogo

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- Baella, con cuidado – Su madre le gritó mientras que ambos niños rieron y corrieron por toda la tribu jugando entre ellos

- Casi no hay muchos niños de su edad, por eso le encanta estar con Baella – dijo la madre del otro niño sonriendo mientras tomaba el té con Emma

- Gracias por su hospitalidad, hace tiempo que no volvía a Ashkaly, no sabía que lo echaba tanto de menos

- No es nada, somos pocos elementales, así que cuando aparece uno le damos la bienvenida

- ¡Bala! – El niño gritó

- Baella, mi nombre es Baella no Bala – Era la enésima vez que la niña corregía a su amigo. Las madres de ambos niños rieron y miraron al niño quien lanzó una pelota de tela que le dio justamente en la nariz a Baella, la niña comenzó a llorar y los padres de los niños se acercaron. Terrence cargó a su hija y la consoló, mientras que el niño se llevó una reprimenda

- Ya te dije que Baella es una linda princesita, no debes jugar así con ella. Discúlpate – le decía su padre

- Tranquilo, solo son niños jugando – le dijo Terrence, quien bajó a Baella nuevamente al suelo

El niño apenado y tímido se acercó a Baella, era una de las primeras veces que él jugaba con una niña, pues como lo habían mencionado, en la tribu no había tantos nacimientos, así que cuando recién se conocieron él no sabía cómo tratarla o qué enseñarle para que se divirtiera. Él era mayor que ella por cuatro años y algo que le había enseñado su padre, es que los hombres siempre protegían a las mujeres, así que no le gustaba cuando accidentalmente la hacía llorar. El niño tomó de la mano a Baella quien aún no dejaba de sollozar

- Lo siento – Acto seguido se acercó más a ella y la abrazó mientras le pedía disculpas, finalmente Baella le aceptó las disculpas y su llanto pareció calmarse – No quise pegarte, de ahora en adelante yo te voy a proteger

- ¿Lo prometes? – La pequeña Baella le preguntó y el niño asintió

- Como en el imperio de Ashky, seré un rey que protegerá a su reina – La idea de ser princesa le pareció tan linda a la niña que dio saltos de alegría – Entonces, serás ¿Mi lena? - Baella entusiasmada dijo que sí y ambos niños volvieron a jugar, mientras que los adultos reían, después de todo el pequeño niño había dicho mal la palabra "mi reina"

- Baella, no corran

- Zeeshan, ten cuidado – Decían sus madres al unísono mientras los niños continuaban corriendo por toda la tribu niebla.

- FIN -

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora