Cap-1

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"¿Cómo se puede vivir tantos años en una burbuja, alejado de todo lo que una vez fue lo más importante para ti?", me preguntaba mientras miraba la ciudad iluminada desde la terraza. "Tal vez es porque esas cosas, esas personas, lugares y sensaciones son precisamente lo que no quieres volver a sentir, ver ni vivir jamás."

Me encontraba ahí, después de tantos años: años de soledad aun estando acompañada, años de dolor fingiendo que todo estaba bien, años en los que mi fuerza surgía de un lugar desconocido. Había aprendido a vivir con el vacío que Pedro había dejado en mi vida, pero las cicatrices seguían ahí, recordándome la fragilidad de mis sentimientos.

***

—"Holly, ¿alguna vez has pensado en lo que podría pasar si cruzamos esa línea?"—, me preguntó Pedro una noche, después de una cena con amigos. Nos habíamos quedado solos, como tantas veces antes, y había algo diferente en su mirada.

—"A veces, pero sé que no debemos. Tú tienes novia, Pedro. No podemos hacernos esto a nosotros mismos."—, le respondí, aunque en el fondo, una parte de mí deseaba desesperadamente cruzar esa línea.

—"Lo sé, pero no puedo evitar pensar en ti todo el tiempo. Eres más que una amiga para mí, Holly."—

Sus palabras resonaron en mi mente, incluso años después. ¿Qué habría pasado si nos hubiéramos permitido sentir? Pero el destino tenía otros planes. Esa noche en su apartamento cambió todo.

***

Desperté a su lado, la luz de la mañana filtrándose a través de las cortinas. Sentí su calor, y por un momento, todo parecía perfecto. Pero entonces, algo cambió.

—"Holly, sobre anoche... no sé qué decir."—, dijo Pedro, con una expresión confusa y distante.

—"No sé qué decir,"— repetí en voz baja, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, las lágrimas comenzaron a brotar sin control, y la tristeza me envolvió como una manta fría.

—"Holly, no quise lastimarte. Todo es tan complicado ahora,"— intentó explicarse Pedro, dando un paso hacia mí, pero yo retrocedí.

—"¿Complicado? ¿Qué puede ser tan complicado como para que no puedas ser honesto conmigo?"— le reclamé, mi voz temblando de dolor y frustración. Las lágrimas caían libremente por mis mejillas mientras lo miraba a los ojos, buscando alguna señal de arrepentimiento.

Pedro suspiró, pasando una mano por su cabello en un gesto de impotencia. —"Es difícil de explicar. No quería que esto terminara así, pero..."

—"No hay peros, Pedro. Me duele que no confíes en mí, que no me digas lo que realmente sientes,"— dije entre sollozos. Sentía que mi corazón se rompía en mil pedazos.

—"Holly, por favor..."— Pedro intentó acercarse nuevamente, pero levanté una mano para detenerlo.

—"No, Pedro. No puedo seguir con esto. Necesito cuidarme a mí misma, protegerme del dolor,"— dije, mi voz firme a pesar de las lágrimas. Me di la vuelta y comencé a alejarme, sintiendo el peso de cada paso.

Pedro no me siguió. Me quedé parada unos segundos, esperando alguna palabra, algún gesto que me hiciera cambiar de opinión. Pero no hubo nada. Su silencio fue más elocuente que cualquier explicación.

Mi corazón se hundió. Las palabras que nunca quise escuchar. Me levanté sin decir nada, y supe que no podía seguir así. Me alejé, construyendo un muro a mi alrededor para protegerme del dolor.

***

Pasaron los años, y Pedro no dejó de buscarme. Sus intentos de reconectar siempre fueron en vano. Yo había aprendido a vivir con mi soledad, a ser fuerte, a fingir que todo estaba bien. Pero por dentro, seguía sufriendo.

Ahora, mirando la ciudad desde la terraza, me doy cuenta de cuánto tiempo ha pasado. Sin embargo, una parte de mí aún se pregunta si es posible sanar. Si Pedro y yo podríamos reconstruir lo que una vez tuvimos. Pero el miedo sigue ahí, recordándome el dolor de aquella mañana.

Me aparto de la barandilla y vuelvo al interior del apartamento. La noche es joven y la ciudad sigue viva. Tal vez, solo tal vez, hay una oportunidad para nosotros, si ambos estamos dispuestos a enfrentar nuestros miedos y a luchar por el amor que una vez compartimos.

Me siento en el sofá y cierro los ojos, dejando que los recuerdos fluyan. Es hora de enfrentar el pasado, de dejar de vivir en una burbuja y de buscar una nueva oportunidad para ser feliz.

Rekindling love (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora