El peli negro caminaba lo más rápido que podía, sentía como el blanquito en sus brazos estaba cada vez más inquieto y su dulce olor lo estaba envolviendo tanto que por instantes nublaba sus sentidos.
A duras penas pudo llegar a las afueras del edificio y claro que se encontró con personas dispuestas a tocar al pequeño en celo, aunque no llegaban muy lejos ante los gruñidos de advertencia que les daba.
- Tranquilo Sunoo, estaras bien - hablo una vez llegaron justo donde su auto estaba aparcado y lo recostaba en el asiento copiloto.
Saco rápidamente su celular y marcó a un número mientras quitaba los mechones blancos de la cara roja y húmeda por el sudor de su acompañante.
- Mierda Jungwon contesta - maldijo. El buzón de voz se oyó por la otra línea dando a entender que no contestaría.
Gruño y cerró la puerta del carro mientras se dirigía al asiento conductor, no sabía donde vivía Sunoo y viendo su estado no creía que fuera capaz de contestarle.
Ya estando adentró del auto se dispuso a buscar el número de Jay, quien se había separado de el repentinamente y cuando estaba a punto de marcar al celular de su amigo la voz del omega se escucho a su lado.
- Duele~ Y-ya no lo soporto - su suave voz sonó llegando a los oídos del alfa, se removia en su lugar, estaba sudoroso, mucho más que cuando estaba en el salon, le ardía todo el cuerpo y su lobo no dejaba de chillar, intentaba mantenerse cuerdo luchando contra sus propios instintos de queres satisfacerse.
Pero su lado racional sabia perfectamente que es lo que conlleva satisfacerse.
- Sunoo necesito que me digas la dirección de tu casa, te llevaré ahí lo más rápido que pueda - dijo llamando su atención.
El mencionado abrió un poco sus ojos, aun jadeando por todas las sensaciones, y Ni-ki por un instante se quedó embobado por el resplandeciente tono azulado que desprendían sus retinas.
Omega... Su lobo despertó por completo, contrarrestando los efectos de aquel supresor que recordaba haber tomado hace unas horas.
Trago fuerte ante el escalofrío que llegó a su espalda, tenía que dejarlo a su hogar y rápido.
Así que respirando profundo; y aunque no fue buena idea cuando el chocolate y durazno llegó a su nariz mareando su mente y de paso alertando más a su alfa ante el estado del omega, encendió el auto acelerando al topé para salir rápidamente del estacionamiento y llegar a los callejones que los llevarían al centro de la ciudad.
Los jadeos del peli blanco cada vez se hacían más repetitivos mientras se estremecia en su asiento. Luchaba por no caer en la alucinación de los efectos del celo, tenía a un alfa al lado de el y aún que comprobó como tenía un increíble auto control de si, no quería saber el límite y hasta donde podía llegar.
Maldito celo... Maldijo en su mente al no poder soltar más que jadeos de su boca.
Por eso mismo no le pudo responder al peli negro sobre el paradero de su casa. Además, estaba muy avergonzado de que el chico que conoció esa misma noche, aquel corredor que todo el mundo decía que era casi imposible ganarle una sola carrera, lo viera en un estado mucho mas vulnerable que cuando estuvo obligado a participar en la apuesta dada al punto de un infarto.Mientras tanto, Ni-ki apretaba fuerte el volante entre sus manos. Su lobo estaba más que inquieto, atento al comportamiento del omega y queriendo tomar el control de su cuerpo, queriendo aliviar el dolor ajeno.
Al no saber dónde vivía el pequeño blanquito, no le quedó de otra que dirigirse al centro de la ciudad para buscar una farmacia y comprar supresores que mantuvieran al margen el celo. De esa manera Sunoo recuperaría conciencia y así podría dar la dirección de su residencia.
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Linaje De La Luna - 𝗦𝘂𝗻𝗸𝗶 -
Fantasy¿Quien era el ser llamado "Omega defectuoso"? ¿Omega rebelde? ¿El chico que no conseguiría alfa si seguía así? Incluso atreverse a llamarlo e intentar ganarlo como si fuera un trofeo. 𝙀𝙡 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖 𝙧𝙚𝙗𝙚𝙡𝙙𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙖𝙡𝙛𝙖𝙨 𝙘𝙤�...