Cyzarine

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¿Estás segura de lo que haces?

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¿Estás segura de lo que haces?

Cuando entre en la enorme casa, no cambia un alma; tarde al menos 10 minutos para llegar a la cocina por algo de beber. Nunca he sido amante del alcohol, pero definitivamente hoy necesito beber.

Tomé una cerveza de la nevera y me dirigí al salón. Me recosté en uno de los muros de concreto mientras miraba a la multitud bailar al ritmo de Eyes don't lie de Isabel La rosa.

Tomé un sorbo de mi cerveza cuando vi entrar a mis amigos.

Este es el momento. Pensé.

Espere que se ubicará en alguna parte para encontrar un espacio a la vista, cuando se detuvieron en su lugar.

Deje la cerveza en la mesita a mi lado y me adentre en la multitud, esencialmente a la vista de Matías. Las chicas estarán orgullosas de mí; mi mayor objetivo era demostrarle al imbecil que ya no haría lo que él quisiera.

Teniéndolo a la vista, le di la espalda y empecé a bailar, contorneando las caderas mientras movía las manos y me deleitaba con la mirada de un chico que tenía a unos metros frente a mí.

No me volví, ni un segundo, para mirar a mi amigo, pero sentía su mirada penetrante en mi nuca. Es como un ardor y hormigueo a su vez.
La música cambió. One of the Girls de The Weekend, Jennie y Lily Rose Depp. Sonó en los altavoces. Asentuando un poco el movimiento de mis caderas y mi culo, pasando las manos por mi cuerpo y mis ojos se cruzaron con una mirada penetrante que por poco me dejó congelada en mi sitio, pero no cedí. Le sostuve la mirada mientras mis manos recorrían mi cuerpo y movía las caderas al ritmo de la música.

Hasta que alguien me jalo por la cintura y me pegó a su cuerpo, no sabía quién era pero estaba segura de que no lo conocía.

-Joder -escuché decir a alguien. Cuando intenté moverme, su agarre se endureció sin permitirme salir de su agarre. Y empezó a restregarse contra mi trasero; me estremecí al sentir su erección e intenté sacarme, pero no lo logré.

-Suéltame -le dije en un tono seguro, aunque sentía mucho asco recorrer mi cuerpo.

-¿No era esto lo que querías, pequeña Zorra? -me susurro al oído-. Que un hombre te quite esa calentura; se te nota que necesitas a un hombre de verdad.

Un miedo irracional recorrió mi cuerpo al escuchar esas palabras y cuando iba a empezar a gritar llegó alguien y le acuesto un puñetazo al tipo en la cara.

Me soltó de inmediato y cuando mire al chico me di cuenta de que era Alessandro. Estaba golpeando al tipo sin parar y me quedé ahí parada viendo cómo se desarrollaba la escena a mi alrededor.

Matías, Elizabeth y Lucia corrían hacia mí mientras que Alessandro seguía encima de ese hombre golpeándolo sin descanso.

-¿Estás bien? -Preguntó Elli al llegar a mi lado.

Dos Caras Una Vida © (PRIMER BORRADOR, CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora