Cap-12

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Regresar a la ciudad después de tantos años fue una decisión difícil. Pero sentí que había llegado el momento de enfrentar mi pasado, de cerrar definitivamente los capítulos que había dejado abiertos. El aire de la ciudad era diferente, cargado de recuerdos y emociones. Me sentía una extraña en un lugar que una vez consideré mi hogar.

El primer lugar al que fui fue la cafetería donde Javier y yo solíamos encontrarnos. No había cambiado mucho, y al entrar, me sentí invadida por una oleada de nostalgia. Mientras esperaba mi café, miré alrededor, recordando todos los momentos que había compartido aquí.

Fue entonces cuando lo vi. Pedro, sentado en una mesa cerca de la ventana, con una expresión serena en su rostro. Pero no estaba solo. A su lado, una mujer embarazada sonreía mientras hablaban. Mi corazón se detuvo y luego comenzó a latir frenéticamente. Era evidente que Pedro iba a ser padre. Mi mundo se desmoronó en ese instante.

Decidí que lo mejor era evitarlo, así que di media vuelta y salí rápidamente de la cafetería, esperando que no me hubiera visto. Pero el destino tenía otros planes. Pedro me vio justo cuando salía y me llamó.

-"Holly, ¿eres tú?"-, su voz resonó en la calle.

Me detuve, cerré los ojos por un momento y luego me giré, forzando una sonrisa.

-"Hola, Pedro."-

Pedro se acercó, con una expresión mezcla de sorpresa y alegría.

-"No puedo creer que estés aquí. ¿Cómo has estado?"-

-"He estado bien, Pedro. He vuelto por unos días para resolver algunas cosas."-, respondí, tratando de mantener la compostura.

La mujer se acercó y Pedro, con una sonrisa, la presentó.

-"Holly, esta es Laura, mi novia. Laura, ella es Holly, una vieja amiga."-

Laura me sonrió cálidamente y extendió su mano.

-"Es un placer conocerte, Holly. Pedro me ha hablado mucho de ti."-

-"Igualmente, Laura. Felicidades por el bebé."-, dije, sintiendo cómo cada palabra me costaba un esfuerzo titánico.

-"Gracias. Estamos muy emocionados."-, respondió Laura, acariciando su vientre.

Intenté mantener una conversación casual, pero sentía que el aire me faltaba. Finalmente, encontré una excusa para irme.

-"Bueno, fue un placer verlos, pero tengo algunas cosas que hacer. Cuídense."-

Pedro me miró con una mezcla de tristeza y comprensión.

-"Holly, ¿podemos hablar luego? Hay mucho que quiero decirte."-

-"No lo creo, Pedro. Cuídate."-

Me alejé rápidamente, con el corazón roto una vez más. Me dirigí al parque donde solíamos pasear, necesitaba un lugar donde procesar lo que acababa de suceder. Sentada en un banco, dejé que las lágrimas corrieran libremente.

Más tarde, esa noche, decidí llamar a Javier. Sabía que él me entendería y me brindaría el apoyo que necesitaba.

-"Holly, ¿qué ha pasado? Te oyes mal."-, dijo Javier, preocupado.

-"Me encontré con Pedro hoy, Javi. Va a ser papá."-

Hubo un silencio al otro lado de la línea antes de que Javier respondiera.

-"Lo siento, Holly. Sabía que iba a ser difícil para ti."-

-"Siempre es lo mismo, Javi. Siempre elige a otras. Primero Ana, ahora Laura. Y yo... yo siempre he estado ahí, esperando, solo para ser dejada de lado una y otra vez."-

-"Holly, sé que es duro. Pero mereces a alguien que te elija a ti, sin dudas ni reservas."-

-"Lo sé, pero duele tanto. Pensé que había superado esto, pero verlo con Laura, ver que va a ser padre... me ha destrozado de nuevo."-

-"Es natural que te sientas así. Tómate tu tiempo para procesarlo. Estoy aquí para ti, siempre."-

-"Gracias, Javi. No sé qué haría sin ti."-

Colgué el teléfono y me quedé mirando la noche oscura a través de la ventana. Todo parecía sombrío y desolador. Sabía que tenía que encontrar la manera de seguir adelante, de finalmente dejar ir a Pedro y aceptar que nunca seríamos nosotros.

Los días siguientes fueron una lucha constante con mis emociones. Me mantuve ocupada, tratando de evitar pensar en Pedro y su nueva vida. Pero la verdad era que, aunque me doliera, tenía que aceptar que algunas cosas no estaban destinadas a ser.

Decidí que no podía seguir huyendo. Era hora de enfrentar mi dolor y sanar de verdad. Estaba determinada a encontrar mi propio camino, sin depender de los demás para mi felicidad. La ciudad tenía demasiados recuerdos, pero también era el lugar donde podía construir un futuro diferente.

Sabía que sería un proceso largo y difícil, pero estaba lista para empezar de nuevo, con la esperanza de encontrar finalmente la paz y la felicidad que tanto anhelaba.

Rekindling love (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora