Romero y Julián

Malditas clases

A mitad de junio, a 48 grados a la sombra, y un uniforme más incómodo que los jerseys navideños no era la mejor lo que más quería Carlos en ese momento.
Ese maldito uniforme con jersey verde le sofocaba tanto, pero prefería eso a quitárselo y dejar a la vista esa horrible camisa blanca de que le hace ver como un niño rico, preferiría arrancarse un dedo antes de parecer eso, él era todo lo contrario. Si por él fuera, llevaría su típica ropa ancha con la que más de una vez le habían confundido con un vagabundo o un maleante, fumando porros y bebiendo todo tipo de alcohol, prefería que le vieran así aunque no hiciera nada parecido.

La fastidiosa profesora de historia le estaba destrozando los oídos con su voz, a él que le importaba los visigodos y toda esa gente? Una siesta estaría mucho, muchísimo mejor, pero no le dio tiempo; la campana que anunciaba que la clase había terminado sonó antes de que consiguiera coger el sueño y una pelota de voleibol se estampó contra su cabeza.

—Quién mierda fue?!- gritó mirando a su alrededor.

Estela rápidamente apareció por un lado y se sentó en el escritorio del chico tras recoger su pelota.

—Luego te quejas de que no apruebas, si te quedas dormido es normal- Raúl también llegó.

Estaban en la misma clase, bueno, Estela no, pero aún así se colaba en la clase hasta que el siguiente profesor llegara. Más de una vez había sido castigada o regañada por eso, al igual que cuando Carlos va a visitar a Raúl a otra clase distinta, ya que no tenían exactamente las mismas asignaturas.
La adrenalina del momento valía la pena tanto que lo hacía muy seguido, tanto que para todos los demás compañeros esperaban que entrará en cualquier momento para pasar un pequeño rato con Raúl; o simplemente para secuestrarlo y llevarlo de vuelta a su clase.

—Nah, solo tengo que repasar un poco y ya apruebo-

—Ah sí? Y por qué nunca lo haces?-

—Es que me da pereza-

—Tío, al final vas a repetir el curso-

—Lo dice el que tiene tantos partes que si no repite por sus notas repite por esas faltas-

Estela le golpeó.

—Él no tendría tantos partes si no se sacrificara por tí-

—Luego dices que no te gusta Raúl-

El rojo subió a su rostro.

—Y además, no todas las veces que le pusieron partes estuvo conmigo; así que no es mi culpa-

—Eso es verdad- Raúl agarró la silla de Carlos, tirándole al suelo y sentándose en ella como si fuera suya.

—Cabrón! Como me salga un moratón te corto los huevos!-

—Que tiquismiquis eres-

—Lo dice el que no soporta que haya pepinillos en su hamburguesa-

—Sabéis que yo también existo, verdad?- preguntó Estela.

Estela era la típica pick me girl que quiere toda la atención de los chicos, sin importar lo que tenga que hacer para conseguirla, pero en ese momento, como es amiga y vecina de Raúl, no estaba siendo tan insoportable como normalmente era.

—Dejando vuestras idioteces de lado; las fiestas del insti son mañana, y he oído que esta vez van a haber muchas, muchas, más cosas que el año pasado-

Carlos golpeó su pupitre emocionado.

—Este año va a hacer hinchables de agua?!-

—Según he oído...-

—Jura!-

—Si, si, he oído...-

—JURA!-

—QUE SÍ COÑO, QUE SÍ VA A HABER HINCHABLES DE AGUA! Joder! Ni hablar dejas!-

El chico empezó a hacer un pequeño baile de emoción silencioso, haciendo que miradas curiosas y sorprendidas le miraran extrañados.

—Y esa emoción?- le preguntó su amigo.

—Tío! Es la primera vez que nos vamos a montar en uno!- le agarró de los brazos y le empezó a sacudir— Llevo años queriendo hacerlo! Solo piénsalo!-

—Mmmm, podría estar bien. Podremos ir sin camiseta enseñando nuestros musculosos cuerpos- alardeó como si de verdad tuviera ese cuerpo.

—Seguro que todas las chicas te miran- rodó los ojos.

—COMO IBA DICIENDO- Estela volvió a interrumpir— He oído que también van a poner fiesta de espuma Y helados!-

—Normal, con este calor infernal es lo más lógico-

—No puedes hablar de lógica si tienes el jersey puesto-

—Por lo menos yo no voy enseñando medio culo-

—Claro, porque no tienes-

—Seguro que tengo más que tú, tú estas plana y apenas tienes culo; no se como cagas-

—Hijo de puta- le agarró del cuello del jersey y le acercó q ella para enfrentarle, dejando a Raúl como mediador entre ambos, como casi siempre.

—Venga, venga, Estela ve a tu clase, que ya viene nuestro profesor-

La chica se alejó malhumorada sin decir nada más.

—Cuando coño váis a dejar de discutir?-

—Cuando ella deje de ser una puta- se sentó en su propio pupitre, ya que Raúl aún estaba en su silla, sin intención de moverse de ella hasta que fuera necesario— Y ni se te ocurra decirme que no lo es porque tú sabes muy bien que tengo razón-

—Nah, tío, no es tan puta como parece-

—Lo dices porque te gusta-

—Que va, solo que la conozco más que tú, eso es todo-

—Sí, ya, y yo soy Cristiano Ronaldo- Tras decir eso, se giró para que sus piernas quedarán abiertas al rededor del cuerpo de Raúl para así poder agarrarlo y tirarle de la silla que era de su propiedad— La próxima vez que me niegues algo que yo sé te tiraré por la ventana de tu cuarto-

—Solo si te dejo entrar a mi casa-

—Pfff, sabes que hay otras maneras de entrar sin que tengas que abrirme la puerta principal- le dedicó una mirada pícara.

—Puede, pero la última vez que lo hiciste llamaron a mi casa los vecinos porque un niño escaló hasta la ventana de mi cocina-

—En mi defensa diré que no podía moverme del todo bien por la lesión que tenía en la pierna, así que por eso me descubrieron-

—Eres un idiota- rio mientras le daba un leve golpe en la mandíbula a modo de juego.

El siguiente profesor entró en la clase, por lo menos esta sería más entretenida que la anterior.