"Entre el humo y el alcohol"|Felipe "Pipe" González Otaño x Simón Hempe.

7

"Un nuevo giro"

Los días habían pasado normal luego de aquella pequeña charla con Simón, o bueno al menos para el porque siempre actuaba como si nunca paso nada entre ambos. Yo no podía, simplemente lo evitaba, lo extrañaba pero me dolía ver como actuaba conmigo, y lo peor de todo? Me hablaba de chicas con las que se escribía, no estaba soportando.

-Vas a salir hoy conmigo o vas a quedarte ahí pensando?. Pregunto una voz que me volvía loco pero a la vez me lastimaba con sus palabras.

-No Saimon, no tengo ganas de salir. Dije mirándolo con pocas ganas. Voy a quedarme a repasar el guión.

-Uh por? Salgamos a divertirnos un rato, tengo una cita en el bar, además no es mucho lo que tenes que decir.

Insistía el pesado, dios no lo podía amar y odiar tanto a la vez. Y para colmo me seguía refregando en la cara las chicas que el decía que tenía. Que insoportable.

-No quiero, Simón.

Fue lo último que dije para soltarme del agarre de el, no lo entendía? O lo hacía con todas las intenciones para molestarme? Una de las dos tenía que ser.

-Bien, cómo quieras pero después no te quejes de que nadie quiere salir con vos. Dijo en el tono más seco posible.

-Para qué? Para que después te vayas con alguna y me dejes solo como lo venís haciendo después de...

-Eh? Después de que? No paso nada, olvídalo ya, sos boludo Felipe? Seguís jodiendo con ese error.

Una apuñalada dolía muchísimo menos, lo único que pude hacer fue aguantar, ¿cómo? Ni idea pero no fue mucho, mis ojos solo se cristalizaron, ¿Por qué no entendía que no elegí enamorarme de él? ¿Tanto le costaba? No pude decir nada y solo asentí con la cabeza para salir de ese calvario e ir directo al elevador encontrándome con un pibe alto que cuando me vió me abrazó. Dios, necesitaba tanto ese abrazo.

-Eh estás bien?. Pregunto con preocupación en el abrazo, ese abrazo que demostraba tanto.

-Me quiero ir, sácame de acá porfa. Susurre mientras le seguía el abrazo y limpiaba mis lágrimas con una ansiedad terrible ya que tenía en mi cabeza solo sus palabras dando vueltas.

El no dijo nada, me miró y bajamos para salir del hotel, teníamos la tarde libre, ya no quedaba nada en Uruguay, habíamos grabado todo, solo quedaba la escena del juego de rugby ya que se habían retrasado un poco en esa. Blas me llevo de la mano a un restaurante donde me invitó todo.

-Me vas a contar por qué estás así?

-Yo...

No pude decir nada y el me interrumpió.

-Esta bien tranquilo, no hace falta. No te quiero obligar a nada pero contas conmigo para lo que necesites, Pipe.

Dios, que hombre Blas Polidori. Era el estándar, me sentía tan trolo, pero no podía dejar de sonreír al ver cada gesto y escuchar esa voz, mirarlo me hacía poner nervioso pero me encantaba esa sensación.

-Bueno hoy tenemos libre, te gustaría salir conmigo hoy? Vienen Juani y Santi también, creo Mati con Enzo igual. Dijo mirándome con esa sonrisa de lado que tenía.

-Me encantaría. Eso no me salió con Simón, con Blas si, dios no podía ser tan trolo.

El me dió una sonrisa y pago luego de disfrutar esa merienda temprana, nunca me habían tratado tan bien y con tanta delicadeza como lo había hecho Blas conmigo, su sonrisa me hacía sentir seguro pero cada vez me confundía aún más, me gustaban dos pibes, los dos eran mis compañeros de trabajo, uno me trataba tan bien y siempre estaba para mí, mientras que el otro solo me hacía sufrir y me gritaba. ¿Qué mierda me pasaba? ¿Es normal que me guste más la segunda opción? Dios, soy un tremendo trolo, y un boludo que estaba confundido por dos pibes, y que lamentablemente seguía enamorado del loco que solo me hacía sufrir, si, de Simón.