No merezco tu perdón

Dos Palabras Guardadas

Antes de poder decirle que me gustaba y estaba enamorado de ella, seguia sacando el ramo y las rosas feliz y ancioso por ser aceptado de una vez por Hana, a lo que ella empezo a contestar mi pregunta, a la que creia que era la respuesta correcta ''Bueno te dire quien es él'' dijo esto algo nerviosa, mientras yo le sonreia. El momento era perfecto, hacia un fresco encantador como para declararmele justo ahora, y ella describirme justo.. a mi, ella suspiro, dudando si debia decirmelo o no, ''El chico de el que estoy enamorada... es amable, lindo, con sus ojos marrones y su cabello castaño'' en ese momento en el que note que no me describia me petrifique, mientras no sabia como reaccionar, rapidamente volvi a esconder las flores y los chocolates en mi maleta mientras la cerraba ''Ah, ¿enserio? ¿y como se llama?'' pregunte tratando de parecer y comportarme de una manera indiferente.

ella me miro con una gran sonrisa como si le agradará que no pusiera quejas en su contra, ''Se llama Thiago, es un buen chico''  yo solo le sonrei, pero eso no significo que se acabaran las preguntas sobre ese ''Thiago'' asi que la empeze a entrevistar un poco con una sonrisa porsupuesto aunque no es lo que realmente sentia, puesto por el... rechazo indirecto que me hizo Hana sin darse cuenta, empeze a preguntarle cosas como ''¿cuantos años tiene? = 14 ¿Como te trata? = ¡Excelente! ¿Como lo conociste? = En un centro comercial y, ¡tengo su numero!'' etc.

Nos la pasamos todo el tiempo libre hablando sobre Thiago, un extraño al que yo no conocia en absoluto, y ese extraño fue el que robo... a mi primer amor, me robo a Hana a pesar de nuestro tiempo de amistad. Después de el recreo nos fuimos al salon de nuevo, para realizar otros examenes y cosas asi, hicimos eso, y a la salida del colegio me despedí de Hana y me dirigí hacia mi casa, mientras trataba de procesar en lo que haria con el ramo y los chocolates desperdiciados, Al llegar a casa salude a mi mamá, almorze y subí las escaleras para poder llegar a  mi habitación, por alguna razón desconocida cerre la puerte con seguro y me sente en mi cama, estaba sentado sin una expreion fija al no saber que hacer, pero por suerte me sentí algo aliviado al no alcanzar a pasarle el ramo y los chocolates, o peor aún declararmele creyendo que yo era el tipo que le gutaba, cuando realmente no era asi.

Saque de mi mochila los chocolates para empezar a comermelos, pensando en el caos que habria sucedido si  le hubiera dicho lo que sentia, en las dos palabras guardadas que no le dije, en las palabras que por culpa de esas mismas, da vueltas mi cabeza, si le hubiera dicho ''me gustas'' seguramente se hubiera alejado de mi y reemplazarme completamente por Thiago, el dia de hoy sentí que paso tan rapido, como si fuera un dia normal en el que nada importante hubiera pasado, tan solo el hecho de pensar que un dia, Hana se podria aburrir de mí y cambiarme, comiendo los chocolates acompañados de un par de lagrimas mias, no sabia si eran de tristeza, confusión o dolor, aunque se podria decir que tristeza y dolor son lo mismo para mi no lo son.

Empeze a comer los chocolates mas y mas, sin ninguna razón aparente. Continué comiendo uno tras otro, hasta el punto en que me acabé todos los chocolates sin darme cuenta. Al finalizar, me sentía algo vacío, una sensación de insatisfacción profunda sin saber un porqué específico. Esta sensación era tan abrumadora que me llevó a algo como un estado de confusión aparentemente, tanto así que me encontraba pensando en qué pensar, dado lo raro y confundido que me sentía en ese momento. La sensación de extrañeza y desorientación invadía mis pensamientos, incapaz de encontrar una razón clara para mi estado actual. Poco a poco, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y, tras un tiempo, empezaron a desaparecer, como si con ellas se fuera parte de la carga emocional que llevaba dentro. Finalmente, me dormí, rendido por el cansancio que sentían mis ojos a causa de tanto llorar, buscando en el sueño una forma de escape y alivio temporal de mis emociones.

Al despertar ya era de noche, abri mis ojos y empeze a notar a mi alrededor los empaques de los chocolates, unos en el piso mientras, que otros estaban encima de la cama, bostece para quitarme un poco lo somnoliento, al momento de ejercer esta accion, un dolor de cabeza sentí, ''Talves me duele por el llanto'' pense, asi que no le di una mayor importancia, me pare y empeze a botar los envoltorios en la canasta de basura que habia en mi cuarto, junto a una esquina al lado de mi escritorio. Al terminar, baje las escaleras y me dirigi hacia el comedor para cenar con mi madre, después de cenar, me serví un vaso de agua para disminuir al menos un poco el dolor de cabeza, y me asegure de volver a mi habitacion pronto, para acostarme temprano y asi quitarme el dolor de cabeza. 

Desafortunadamente, mi plan no funcionó a la perfección, ya que no tenía ningún tipo de interés en dormirme pronto. Así que me puse a utilizar el celular para distraerme y me puse a ver mi Instagram, específicamente mi perfil, y a revisar algunas de las fotos antiguas en las que aparecía con Hana. Entre ellas, una de las fotos me llamó la atención, pues en la foto aparecía yo con Hana, aproximadamente con doce años y ella con once. Yo la tenía alzada a caballito y ambos sonreíamos hacia la cámara. Quien nos tomó la foto fue la madre de Hana. Recuerdo que aquel día teníamos la ropa manchada de pintura de múltiples colores, ya que era una de las actividades de la clase de arte que teníamos en ese entonces. Consistía en hacer un cuadro abstracto creado solo con nuestra imaginación, así que nosotros solo destapamos las pinturas y las echamos al cuadro. Pero accidentalmente uno de nosotros le arrojó un poco de pintura al otro, haciendo que empezáramos a tener una competencia de quien se ensuciara más perdía, y yo perdí. Esa foto, aunque fue hace dos años, es nostálgica, tanto así que al verla me reí.