Cap.03 Pt.04

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Impactado, Argo le preguntó cómo le había ido, pero ella simplemente pasó a su lado con la mirada baja, dirigiéndose hacia el ascensor.
Antes de que Argo pudiera procesar su falta de respuesta, escuchó su nombre resonando en los altavoces, haciendo que olvidara todo lo demás. Su corazón comenzó a latir con más fuerza, y el tiempo parecía ralentizarse mientras se concentraba entre los gritos en recordar el número de sala.
—¿10, escuché bien?—, Argo murmuró para sí mismo, su voz apenas un susurro en el aire cargado de anticipación. Justo era la misma sala no lo podía creer. La imagen de la misteriosa niña, su falta de respuesta y la sensación de que algo no estaba bien se mezclaban en su mente, creando un nudo de preocupación en su estómago.
Con cada paso hacia la puerta que se abría automáticamente. Argo sentía que el tiempo se estiraba, prolongando el momento antes de enfrentarse al destino que le aguardaba al otro lado. La tensión en el ambiente era notoria, y Argo se aferraba a la esperanza de que todo saldría bien, aunque una parte de él temía lo contrario, estaba consciente que para las próximas postulaciones sobrepasará el máximo de edad permitido, esta era su única oportunidad.

Con un suspiro contenido, finalmente cruzó el umbral y se adentra en la sala de entrevistas, preparado para enfrentar lo que viniera.
El primer paso dentro de la pequeña sala se sintió como adentrarse en un oasis de serenidad, con sus paredes completamente blancas irradiando una luz neón blanca brillante integrada en el techo, al fondo en el centro del muro un gran logotipo de A.A , adornando, una suave iluminación ambiental acariciaba el espacio, todo regulado a la perfección por los medidores táctiles integrados en la única mesa de la sala. Pero lo que realmente captó la atención de Argo fue la figura del hombre sentado frente a él, a escasos metros de distancia. El humo saliente de su gran cigarro no permite ver con claridad su rostro.
El pulso de Argo parecía resonar en sus oídos mientras avanzaba con nerviosismo, sintiendo cómo cada latido se acelera con la revelación gradual de la sala.
Y ahí estaba, finalmente, frente a su entrevistador, cuya presencia imponente le dejaba sin aliento. A su derecha, un nano-dron suspendido a media altura custodiaba la sala con sus sensores, en su pantalla central se mostraba una carita feliz en tono verde neón, agregando un toque de tranquilidad para Argo. Sin embargo, ya estando más cerca, lo más inusual y fascinante para Argo fue el pequeño cuervo que descansaba en el lado izquierdo de la mesa, observando con curiosidad.

El misterioso pájaro parecía tener una presencia casi sobrenatural, agregando un aire de misterio al encuentro. Los nervios de Argo entorpecen su capacidad para articular palabras, dejándolo momentáneamente sin habla ante la escena surrealista que se desarrollaba frente a él.
Durante dos minutos, un silencio total llenó la pequeña sala mientras Argo observaba detenidamente a su entrevistador. El imponente uniforme de la A.A. capturaba su atención, destacado por una reluciente estrella dorada en el lado izquierdo del pecho.
El uniforme era una obra de arte en sí mismo, diferente a los que había visto en el lobby. Mientras que conservaba la misma esencia en tonalidades y diseño, este tenía un toque especial. Una chaqueta larga, impecable y hermosa, descendía hasta las rodillas del entrevistador, adornada con una elegante capucha que añadía un aire de misterio y sofisticación. Era evidente que este uniforme no era común; estaba diseñado con una atención meticulosa, fusionando un estilo único con la tecnología de vanguardia característica de la A.A.

El rostro del entrevistador era inolvidable: una tez morena resplandeciente, una barba de unos días que añadía un toque de misterio a sus facciones marcadas, y una nariz pronunciada que confería carácter a su rostro. Pero lo que realmente destacaba eran sus largos dreadlocks, que caían con gracia sobre su rostro, acentuando su presencia.
El humo que salía de su nariz parecía añadir un aire de enigma a su figura. El entrevistador también poseía una musculatura imponente, con trapecios tonificados que se marcaban incluso debajo de su chaqueta. Su presencia física imponía respeto y cierto temor en Argo, quien se sentía intimidado por la poderosa presencia que emanaba el hombre frente a él.

Agente ARGO    (Borrador Original) Pendiente De Revisión 👀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora