Cuando Min finalmente respondió su maldito teléfono luego de dos semanas de ausencia, Wonwoo no estaba de muy buen humor.—¿Dónde demonios has estado? —siseó, más que un poco enojado, y dolido. Para ser justos, nunca habían estado atados a la cadera y habían pasado más de dos semanas sin verse. Pero esta vez se había sentido... diferente. Además, Min siempre había respondido cuando Wonwoo lo llamaba. Siempre. Incluso cuando no estuvieron
juntos por meses, generalmente se enviaban mensajes de texto o hablaban por teléfono. Esta vez, Min claramente lo había estado evitando.—Lo siento, estaba atrapado en algo —dijo Min.
—En algo —dijo Wonwoo rotundamente, profundamente impresionado. ¿Qué era tan importante para que Min lo ignorara por completo durante semanas?
—Alguien —dijo Min—. Conocí a un chico. Su nombre es Seungkwan. También es estudiante de derecho.
Wonwoo miró a la pared opuesta sin verla, sintiéndose cegado por la noticia.
—¿Seungkwan? —dijo al fin—. Suena como un imbécil. Seungkwan el Imbécil. Seungkwan está, como, en el Top 5 de los nombres más idiotas del mundo.
—Eres un niño, Won —Min sonaba como si estuviera sonriendo—. Él es un amor. Ya hemos tenido algunas citas. Realmente me gusta. Simplemente es mi tipo.
Wonwoo decidió que no le gustaba esta persona Seungkwan. Por un momento, no estaba seguro de por qué se sentía tan convencido sobre un chico que ni siquiera había conocido.
Entonces se dio cuenta de algo: si Min estaba saliendo con alguien, eso significaría que se detendría... En general, los novios no estaban de acuerdo con que sus personas importantes se follaran a otra persona.
Wonwoo frunció los labios.
—Pero ¿qué hay de mí?
Hubo un silencio en la línea.
—¿Tú? —dijo Min por fin.
Wonwoo frunció el ceño. ¿No era obvio lo que quería decir?
¿Min iba a obligarlo a decirlo en voz alta?
—Ese tipo Seungkwan probablemente no te permitiría joderme de lado —dijo Wonwoo.
—Probablemente no estés equivocado —dijo Min, con voz extremadamente seca.
—Min —Wonwoo apuntaba con reproche, pero su voz salió mal, gimiendo y haciendo pucheros. ¿Qué había con Min que lo reducía a ser un niñato total? Era muy desconcertante.
Min se echó a reír.
—No, Won. Simplemente no. Seguramente, ¿no creerías que voy a poner mi vida personal en espera hasta que superes tu fijación por la polla?
Wonwoo frunció el ceño de nuevo.
—Pero eres mi mejor amigo —dijo, aunque salió inseguro. Después de las últimas semanas, no estaba tan seguro como antes.
—Estoy bastante seguro de que follarte no está entre mis deberes como mejor amigo —dijo Min.
Ya no sonaba divertido. Wonwoo no estaba seguro de qué habría en la voz de Min, pero fuera lo que fuera, no le gustaba.
—Por supuesto que no es tu deber —dijo rápidamente—. Yo solo —Su cara se puso caliente. Wonwoo se aclaró la garganta—… No importa. Tienes razón. Deberías salir con quien quieras. Voy a... voy a descubrir algo.
Colgó, sintiéndose ridículamente molesto sin ninguna razón. Esto fue patético. Él no era una especie de... puta de polla. Podría totalmente ser amigo de Min sin querer su polla. Incluso si fuera una puta de polla, no era necesariamente por la polla de Min. Cualquier polla serviría. En teoría.
El teléfono de Wonwoo sonó. Era Min.
—¿Qué quieres decir con que descubrirás algo? —dijo Min cuando Wonwoo respondió.
Wonwoo apretó los labios. ¿Por qué era asunto de Min? Min era libre de salir con ese pequeño imbécil suyo; había dejado claro que no le importaba Wonwoo en absoluto. Primero ignoró a Wonwoo durante semanas, ahora esto.
—Siempre hay juguetes sexuales —Wonwoo esperaba que su voz no sonara tan poco entusiasta como se sentía. Un consolador no era lo mismo. No importaba lo realista que pareciera, ni siquiera era lo real. Sin mencionar que follarse a sí mismo con un juguete sexual tomaba mucho esfuerzo, su muñeca le dolía después, y él no era tan bueno en eso como Min, lo que a Wonwoo no le daba pena admitir. Min era un hombre gay; tenía sentido que fuera mejor follando con los chicos que un hombre heterosexual como Wonwoo—. Y no eres el único hombre con una polla, ¿verdad? —Wonwo agregó con humor forzado, tratando de ignorar su inquietud. No podía imaginarse confiando en un extraño, algún tipo gay que no conociera y quién podría tener una idea equivocada sobre él: follarlo en lugar de Min.
—Correcto —dijo Min, su tono difícil de leer, antes de quedarse en silencio.
El silencio se alargó, volviéndose incómodo.
Wonwoo se mordió el labio, sintiéndose confundido por la extraña tensión. La amistad entre él y Min siempre había sido fácil. No tenía lugar para los silencios extraños.
Por fin, Min dijo tersamente, —Buena suerte, entonces.
Y colgó.
Así.
Wonwoo miró fijamente su teléfono, con una desagradable decepción agitándose en la boca de su estómago. Luego de semanas de ausencia de Min, esta no era la reunión que había tenido en mente. Pensó... pensó que Min tendría una buena razón para ignorarlo. Seungkwan el Imbécil no era una buena razón, maldita sea.
¿Eran incluso amigos?
¿Estaba Min realmente harto de él?
Odiando lo inseguro y molesto que se sentía,
Wonwoo cortó ese tren de pensamiento.
Con la boca abierta, descargó la aplicación de Grindr en su teléfono. No necesitaba a Min.
Podría estar totalmente bien sin Min.
Y lo iba a demostrar.