"Intrigas de Sangre: Amor, Lealtad y Rivalidad en la Corte Real"

Nunca he necesitado de un hombre

Colin: Entonces, ¿esa es la razón por la que estabas actuando de forma extraña? ¿Porque ya tenías a alguien más? ¿Lo conociste en Madrid, verdad? - Su tono me estaba empezando a asustar.

Sophie: Yo... es que... - Dijo con voz temblorosa.

Colin: Está bien, no me digas nada. A partir de hoy, tú no existes para mí. Quédate con ese gato. - Bufó antes de marcharse.

La chica se hallaba nerviosa por un lado, pero por otro, sentía que era lo mejor. Así no tendría que fingir que estaba enamorada de él. Podría fingir ser otra persona, pero jamás podría fingir amar a alguien a quien ni siquiera conocía.

Al caer la noche, Sophie decidió dar un paseo por las solitarias calles de Londres. Descubrió que disfrutaba más del lugar durante la noche que durante el día; le encantaba la idea de estar sola en el mundo.

A medida que se alejaba del bullicioso castillo, se encontró cerca de unas ruinas. Decidió seguir adelante, ya que no le asustaba en absoluto. De hecho, el lugar le recordaba a su antiguo hogar, aunque este era un poco más tétrico.

Aunque sentía la sensación de ser observada, decidió ignorarla y aceleró el paso.

____:"¿Qué hace una chica bonita como tú en un lugar como este?", preguntó un hombre mayor de manera desagradable.

-Sophie lo miró desafiante. "No se me acerque", advirtió.

___:"¿Además de sexy, eres desafiante?", preguntó él de manera repulsiva.

Mientras tanto, Benedict...

___: "Misma hora mañana?" - Sonrió coqueta.

Benedict: "Ya veremos" - Dijo mientras abrochaba uno de los botones de su camisa blanca.

___: sabes que me encanta tener sexo contigo.- Sonrió pícara

Benedict: "A mí también, pero por ahora debo ocuparme de otros asuntos. Mi hermano está paranoico y yo soy su sucesor, así que debo encargarme de varias cosas. Quizás lo dejemos para otro día." - Tomó su chaqueta y salió del lugar.

Al salir del burdel, presenció una situación bastante repugnante. Por más que quisiera ignorarlo, su honor estaba en juego y jamás permitiría que una chica sufriera, incluso si se trataba de la mujer que más odiaba en la faz de la tierra.

Sophie: "Le dije que no me tocara" - Soltó un puñetazo.

Benedict, quien corría para salvarla, quedó impactado ante el acto de aquella chica.

Benedict: "Princesa" - Dijo asombrado al ver al sujeto en el suelo con la nariz rota.

Sophie: "Es que... no me dejaba en paz" - Susurró con angustia.

Benedict: "Tranquila, todo está bajo control" - Intentó tranquilizarla. "La verdad es que veo que usted puede defenderse sola. No necesitó de mí".

Sophie: "Nunca he necesitado de un hombre".

Benedict: "Por supuesto, aunque con una dama como usted sería de esperar que..."

Sophie: "¿Que fuera vulnerable? Solo por ser mujer" - Frunció el ceño con desdén.

Benedict: "No me malinterprete, es solo que..."