Mortifago

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Toque la puerta de la madriguera, pues quería ir con mis hermanos a comprar sus útiles, además de que quería ir al callejón Diagon, pues tenía el presentimiento que ahí estaría Draco, y al ponerme al día con Voldemort, me contó sobre Draco y su misión, y yo tenía que ayudarlo.

- ¿Quién es? - preguntó mamá nerviosa.

- Soy yo - dije, esperando que solo con eso no me abriera, pero tenía que ponerla a prueba.

- ¡No! Espera Molly, necesitamos pruebas - esa era Tonks - dime algo que solo Antonella sepa.

- Bien, el verano que viniste a pasarlo con nosotros, y Fred te tiro la pelota de futbol muggle que había traído papa, te dije que fue George y que no fue intencional, que esa pelota volaba cuando ella quisiera y te quedaste todo el día esperando a que de la nada volara para que pudieras pegarle a George con la pelota.

- Pasa, querida amiga - dijo abriéndome la puerta - perdón por eso, pero a cómo están los tiempos no se puede confiar en nadie.

- No te preocupes, lo entiendo demasiado.

- Del hospital mandaron una carta diciendo que estabas perfecta, me alegro mucho, pero si no es mucha molestia, ¿Cómo?

- Si, exacto, lo mismo quiero saber yo - dijo mamá sería.

- La verdad ni yo sé.

Papa llegó avisando que el carro que nos venía a traer y que nos llevaría al callejón Diagon estaba afuera.

- Hola hija, qué bueno verte - dijo este dándome un abrazo, el cual me tardé un poco, pero correspondí.

Hija

No soy su hija

Y él lo sabe, me sigue engañando y mintiendo.

- Ya hemos llegado - anunció el chofer tras un corto tiempo de viaje, deteniéndose al frente del Caldero Chorreante -. Me han ordenado que los espere aquí, ¿Tienen idea de cuánto tardarán?

- Cálculo que un par de horas - dijo el señor Weasley - ¡Ah, ahí está! ¡Estupendo!

Voltee esperando ver a Tonks, Remus o algún auror, pero no, Rubeus Hagrid, el gigante guardián de Hogwarts, estaba ahí.


- ¡Harry! - bramo este y abrazo a Harry - Buckbeak o bueno Witherwings, ya lo veras... Está feliz de volver a trotar por ahí.

- Me alegro que esté contento - dijo Harry, sobándose las costillas - ¡No sabíamos que el "Destacamento de seguridad" eras tú!

- Si bueno como en los viejos tiempos, ¿No? Verás el ministerio quería enviar a un puñado de aurores, pero Dumbledore dijo que yo podría hacerlo, y no me negué - dijo empezando a caminar -. Pero vamos, en marcha. Molly Arthur, ustedes primero.

Al entrar, algunos locales estaban vacíos, Ollivander ́s estaba cerrado, y entre las pocas cabelleras que paseaban por ahí, logré visualizar algunas rubias por ahí, por lo que me despedí sutilmente de mi familia.

- Mamá, papá - qué raro se siente decirles así, pero no tienen que sospechar que ya sé la verdad ¿No? -. Tengo que ir a comprar unos materiales para unas pociones que deje atrasadas por lo que pasó, los alcanzo luego.

- Cariño, es muy peligroso que vayas tu sola. Arthur ve con ella - dijo Molly y su esposo asintió acercándose a mí.

- ¡No! Quiero decir no hace falta, puedo cuidarme sola.

La Weasley diferente y en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora