Cap.22

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El sol asomaba tímidamente en el horizonte, llenando el cielo con tonos suaves de rosa y naranja. Los primeros rayos de luz se filtraban a través de las cortinas de la habitación de Louis y Harry, despertándolos de un sueño inquieto. Louis se levantó lentamente, intentando sacudirse la sensación de pesadez que lo acompañaba desde hacía días y meses ya que desde la expulsión de Isaac y la enfermedad de su padre no podía dormir bien en las noches. Se dirigió al lavabo y se lavó la cara, dejando que el agua fría despejara su mente.

Harry, notando la inquietud de su esposo, se incorporó en la cama y lo observó con preocupación. —¿Estás bien, amor?—, preguntó suavemente, su voz llena de cariño.

Louis se volvió hacia Harry y esbozó una sonrisa débil. —No lo sé... Tengo un mal presentimiento, anoche no pude dormir, aparte me sentía un poco mareado y con muchas náuseas.—

Antes de que Louis pudiera continuar, un suave golpe en la puerta interrumpió sus pensamientos.La puerta se abrió lentamente y uno de los consejeros del castillo entró, su rostro marcado por una expresión de tristeza y solemnidad.

—Buenos días, Sus Altezas—, dijo el consejero, con la voz cargada de preocupación. —Lamento interrumpir su mañana, pero tengo noticias urgentes que debo compartir con ustedes.—

El corazón de Louis comenzó a latir con fuerza, una sensación de presentimiento se apoderó de él. —¿Qué ha sucedido?—, preguntó, tratando de mantener la calma mientras las posibilidades se arremolinaban en su mente. Harry se acercó a Louis y le tomó la mano, ofreciéndole su apoyo incondicional.

El consejero respiró hondo antes de hablar. —Su Majestad, el rey...ha fallecido esta madrugada—Louis sintió como si el suelo se desmoronara bajo sus pies. La noticia, aunque no del todo inesperada, golpeó con la fuerza de una realidad que aún no estaba preparado para enfrentar.

Sintió un nudo formarse en su garganta mientras las lágrimas comenzaban a llenar sus ojos. Harry, con su mirada llena de dolor, abrazó a Louis con fuerza, sosteniéndolo en ese momento de angustia.

—No...—, susurró Louis, llevando una mano a su pecho, como si intentara sostener su corazón roto. —¿Cómo...?¿Cuándo...?, dime que es mentira por favor, dime que no es cierto— Las palabras se desvanecieron mientras la gravedad de la pérdida se apoderaba de él.

—El rey partió pacíficamente en su sueño, cuando llegamos a su habitación estaba en su cama, tenía unas fotos de su familia en sus manos—, explicó el consejero con voz suave. —


Louis cerró los ojos, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas. La imagen de su padre sosteniendo aquellas fotos y saber que murió con estas en sus manos, el saber que su padre no volvió a hablar con su hermano y que no se perdonaron , le llenó de una tristeza profunda, pero también de una sensación de paz. Su padre, finalmente, estaba con su amada Violet.

—Gracias por informarnos—, dijo finalmente Louis, su voz temblorosa pero decidida. —Debemos... debemos ir a verlo.—

Harry asintió, su mano todavía aferrada a la de Louis, y juntos se dirigieron hacia la habitación del rey. Mientras caminaban por los pasillos del castillo, Louis se prometió a sí mismo que honraría la memoria del rey, mientras caminaba no podía hacer de su cabeza la platica que había tenido esta noche antes de dormir, como vio en los ojos de su padre un brillo cuando le anuncio de su embarazo, como su voz sonaba con un arrepentimiento sincero con Isaac, como estaba feliz por sus nietos, como podía verse mejor, por que si, para Louis su padre se veía mejor esa noche pero ahora entiende eso que la gente dice que las personas mejoran para morir, su padre estaba mejor y listo para poder partir de este mundo.

The song of the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora