Le temo al Diablo
PARTE II
Amelia
Por impulso le arrebato el teléfono a Lorena de la mano, este último sale volando cayendo así al otro lado de la habitación.
—¡¿Estas demente?!—grita
—¿Cómo se te ocurre llamarlo Lorena?! —me vuelvo a sentar en la cama.
—¡Amelia! Por Dios, mírate estas mal. Sudas, tienes taquicardia y…—se queda en silencio —Tus ojos Amelia…carajo tu iris…—se acerca a mí poniendo una mano en mi barbilla, haciendo que la mire —Tienes el verde demasiado intenso. —niego, azotó su mano de mi barbilla —La pupila ni se te distingue.
—Para nada, solo es el alcohol y el sobresalto del baile, más nada. —digo quitándome unos mechones de la cara —Estoy bien, no seas exagerada. Solo necesito un baño y ya…
—Igualito Luiciano nos encontrará —frunzo el ceño —Tienes un rastreador incrustado en el tobillo
—¿Qué?. Ahora soy un puto robot, no puede ser —comienzo a reír —Primero las personas vuelan, segundo ahora soy un robot con un chip en mi cuerpo. —caigo en la cama riéndome a carcajadas.
—Pastelito, tu prima esta muy tocada —escucho la voz de Cristof
—Joder... —ella va al baño de la habitación —¡Pastelito! Aquí hay unos estantes, ayúdame a buscar un botiquín de medicina, ven.—Ni siquiera distingo lo que hablan.
Solo se que parpadeo y ya no están aquí conmigo.
Solo necesito un baño y esto se me bajara, solo una ducha bien fría. Me paro de la cama y salgo del cuarto, la música fuerte vuelve a llenar mis oídos. Caigo en cuenta que los shots que me gane con mi súper baile, no me los dieron. Bajo las escaleras adentrándose otra vez a la fiesta, llego a la pista de baile de la playa y comienzo a bailar otra vez.
Joder, tengo mucho calor.
Veo de nuevo a mis amigas, las gemelas.
—¡Chicas! —las llamo
—¿Dónde estabas metida Amelia? —preguntan
—Solo… eh fui al baño —miento —¿Oye no tienes más pastillas de esas? Por que creo que no me hicieron nada —ella frunce el ceño
—¿Quieres más? —asiento —Te di muchas más bien, con una es más que suficiente y te tomaste tres
—No sé, pero no me siento así tan, tan ida ¿Me explico? Quiero algo más intenso —ella me mira un poco dudosa —¿Qué? No me digas que no tienes algo más fuerte
“Amelia por favor ya basta”
No comiences, nunca hago nada y ahora que estoy experimentando cosas nuevas, tengo que aprovechar.
“Pero no drogándote. Joder"
—Ven con nosotras —me dicen.
Comienzo a seguir hasta llegar a una mesa de pool la cual tiene hileras de líneas blancas, es como un polvo. Varios chicos se acercan a mi , uno de ellos me agarra la mano y me guía a la mesa de pool.
ESTÁS LEYENDO
Mi luz en la Penumbra
RomanceTodos conocemos la típica frase cliché de "Cuídamela con tu vida si es necesario" pero nunca sabemos a quién va dirigida esa petición. ¿Una persona común y corriente? ¿Una persona que se dedique a la seguridad privada? Y existen muchos otros factore...