One-Shots Drarry/Harco

Culpa (Drarry)

La guerra ya había terminado, Harry sabía muy bien eso, sabía que él había ganado y que Voldemort ya no podría atormentar a nadie más pero...

¿Que hay de todos los inocentes que murieron en sus manos?
¿Que hay de sus padres?
¿Que hay de Fred?
¿Y Lupín?
¿Y Sirius...?

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En la oscuridad que envolvía el bosque, Harry fue capaz de volver a divisar esas figuras, había un brillo singular rodeandolas y aunque lucian algo transparentes, Harry podia reconocerlos muy bien.

—¿Que sucede, cariño?

Para Harry, la voz de su madre en esa ocasión no trajo ningún consuelo, sus ojos se llenaron de lágrimas y un sollozo escapó de sus labios, mientras la mujer lo veía con un semblante angustiado.

—¿Que te impide vivir en paz ahora?

Está vez, la voz que Harry reconoció fue la de Sirius, logrando que levanté la mirada con desesperación y otros sollozo escape de sus labios, casi con demasiado dolor como para soportarlo.

A un lado de su madre, La figura de su padre lo miró, con la misma expresión que su madre y su padrino tenían en el rostro, una de angustia y pena mezcladas perfectamente para el pesar del salvador del mundo mágico.

—Los echo mucho de menos...

Remus, quien apareció a un lado de Sirius, agachó la mirada sin saber que decir.
El lugar se quedó en silencio, únicamente perturbado por los sollozos de Harry.

—Dejalo salir, cielo...

Arrulló Lily, acercándose y extendiendo su mano para acariciar la mejilla de Harry, quien contuvo la respiración con la esperanza de poder sentir el tacto de su madre, esperanza que se vio concedida cuando fue capaz de sentir una ligera calidez sobre su piel.

—Crei que todo mejoraría cuando se terminara toda esta locura, pero yo... Siento que me estoy muriendo, mamá...

Balbuceó el joven chico, sus ojos verdes llenos de lágrimas que volvían a juntarse en cuanto estás se deslizaban por sus mejillas.

—Lo sé, cariño... Lo sé...

Harry sollozó hasta que no pudo más, fue entonces cuando sus rodillas fallaron, haciendo que caiga al suelo y comenzara a llorar, gritando y sollozando como un niño. Porque eso era lo que jamás pudo ser... Un niño.

—¡Ya no quiero estar aquí! Por favor...

Suplicó sin poder ver absolutamente nada por las lágrimas, Harry apretó los dientes en un intento desesperado por calmar su propio dolor, jadeo por aire en varias ocasiones, sintiendo su garganta seca y su pecho hundido.

Luego todo se quedó en silencio.

.

Y más silencio...

.

Y aún más silencio.

.

Patético...

Susurró una voz en la oscuridad, Harry levantó frenéticamente su mirada, solo para notar que ni sus padres, ni Sirius, ni Remus estaban ahí. Nuevamente estaba totalmente solo.

Eres patético... Harry Potter.

Un escalofrío recorrió su espalda en cuanto reconoció la voz, Harry llevó su mano hacia su pecho, aferrándose a la tela de su camiseta y mirando hacia todas las direcciones.