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Esta historia es muy simple. Y bastante complicada a la vez, en fin. Como yo, siento como cada fibra del edredón se posa sobre mi piel y el sol calentando y bronceando mi pálida piel mientras espero tu respuesta a los ocho mensajes que te he enviado para poder tener mi pequeña dosis del veneno que necesito para pasar el día pensando en tí y sobe tus sentimientos hacia mí.
A los dos nos gusta pokemon y me estoy viendo otra vez tu temporada favorita pasa así alargar nuestras conversaciones un poco más de lo que te gustaría.
Me estoy preparando para ir a clase, me gustaría ser un poco más mujer como tener cintura porque no puedo tener todo.
Y menos a tí, y es frustrante. Tanto que parece tocar uno de los pisos de la larga torre en la que vives. Cada palabra que me dices se pega a mí acariciandome el corazón.
Me cuelgo la tote puesto que ya estamos terminando clases, hoy como siempre llego tarde.

Dani
-*foto* 

Arii
*foto*
-*PUAJAJAJ, entras ya a clase no?

Dani
*no m lo recuerdes q lloro.
Hoy vienes al entreno?
(Visto a las 7:55)

Lo dejo en visto porque todavía no nos hemos visto porque a mí me da vergüenza que me vea ya que no sé que dirá al verme y eso me deja rallada toda la mañana, porque no sé que tiene que me engancha porque nunca me saluda, siempre es una foto.
No sé si de las capturas que le he pasado de mensajes se ha fijado en la chica de ojos azulados, espero que si aunque no lo creo porque antes me mandó foto de sus ojos.

VenenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora