¿Uno o dos? PARTE 2

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—Sí, señor Kelce, solo es uno— rio. —En la semana cinco se puede ver cuando son más de un embrión, aquí, solo hay uno, en la semana nueve se confirma si son dos o uno, pero, nuevamente les digo, es uno, solo se halla una bolsa dentro, sumando el peso y talla de su esposa, es normal para un bebé—

—Bueno, perdí— Travis dijo riendo, por alguna extraña razón tenía un ligero presentimiento de que iban a ser dos de nuevo, eso era una locura por supuesto, pero igual le gustaba pensar en aquello.

Taylor rio, pero al mismo tiempo sintió un enorme alivio al enterarse que sería solo un bebé, su vientre no se iba a estirar demás y mucho menos parir tan duramente como lo hizo con sus hijos, así descansaría mejor, aunque le dio un poco de sentimiento, por alguna razón en la mente de su esposo todo el tiempo pensaba que iban a ser dos otra vez, eso no podía volver a suceder, eran contados los casos donde seguían teniendo múltiples algunas parejas y agradecía que solo fuese uno.

—¿Todo bien con los síntomas? — Montgomery se encargaba de guardar e imprimir un par de imágenes de la ecografía transvaginal, sabía que la pareja querría conservar cada imagen actualizada.

—Las nauseas y mareos han sido una cosa constante, pero creo que un poco más tolerable esta vez— dijo Taylor más calmada, la verdad es que por ahora todo ese conjunto de sintomatologías no le daban grandes problemas.

—Bueno, me alegra que no sean tan duros como la vez anterior, solo tengamos cuidado si vomitas mucho, ¿Está bien?, si eso llega a pasar, será mejor que vengan— ella estaría lista para cualquier emergencia.

—Lo haremos— Travis contestó rápido, él era el que más se encontraba pendiente.

A Taylor le parecía increíble lo hábil que él era para detectar cuando ella estaba mal, ¿O acaso es que ella lo daba a notar mucho?, la doctora interrumpió sus pensamientos.

—Cómo última recomendación del día de hoy debe seguir caminando para evitar la mala circulación, practicar deporte moderado en su intensidad, llevar una buena dieta e hidratación, además, si presenta un sangrado leve, no se asusten, algunas mujeres los tienen en todo el embarazo, pero, si estos son abundantes, lo mejor será que acudan a el hospital más cercano de manera inmediata, ¿Ok? —

El hablar de sangrados les asustaba, sin embargo, esa información es valiosa y la deben recordar para no entrar en crisis, aunque dudaban mucho no entrar en una, porque siempre quieren tener todo bajo control, como normalmente debe ser.

—Puede ir a ponerse su ropa, señora Kelce—

—Gracias—


Travis ayudó a bajar a su esposa, quería entrar con ella al baño, no necesitaba de su apoyo, pero le gusta estar en cada segundo del proceso, por ahora, debía volver con sus hijos, quienes ya se estaban mostrando desesperados por estar sentados ahí, mirando por la ventana, al menos eso los distrajo y no dieron problema alguno.

—¿Se entretuvieron viendo por la ventana?, ¿Qué es lo que ven? — el enorme hombre se asomó igual, pero lo que vio, lo dejó congelado. —Mierda— susurró.

—¿Sucede algo malo, señor Kelce? — la doctora le preguntó.

—No se ve bien esto, maldita sea, otra vez—

La doctora no entendía nada, pero, al asomarse de igual modo en la ventana pudo percatarse de lo que miraba, un par de personas sospechosas merodeaban cerca de la propiedad privada del hospital, ellos no podían tener acceso fácil dentro, porque serían detenidos, la ley los apoyaba, no obstante, si la familia deseaba irse ya, no sería del todo posible, los iban a ver, más allá de que los vieran o no, si todo mundo se enteraba que estaban visitando ese hospital, comenzarían a lanzar un montón de rumores, eso no le importaba a Travis, lo que le preocupaba era que sus padres y los de Taylor se iban a enterar del peor modo que están esperando otro bebé y ellos no quieren darles la noticia así, la prensa es una experta en arruinar momentos felices, o de todo, en general.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora