One piece - El Viaje de un Rey ✔️

26 - Interludio

Kiwi y Mozu se quedaron mirando la pantalla que tenían delante, con los ojos muy abiertos. Nami y Robin, ambas vestidas como cuando estaban en el vestíbulo de Enie (probablemente porque acababan de volver), estaban a ambos lados de Luffy. El hombre estaba desnudo y tenía una enorme polla erecta apuntando a Kiwi y Mozu mientras Nami y Robin le hacían una doble paja.

Sus dos compañeras de tripulación le miraban con ojos lujuriosos, sin desear otra cosa que tener un trozo de él. Robin le lamió un pezón y Nami le acarició los huevos con la otra mano. Mozu y Kiwi seguían aturdidos, pero sus cuerpos se calentaban cada vez más mientras observaban, embelesados sobre todo por la carnosa polla del pirata.

Nami y Robin les habían llamado para que vinieran, diciendo que necesitaban ayuda con algo, y en cuanto entraron en la habitación, esto fue lo primero que vieron. Durante cinco minutos observaron cómo se desarrollaba la escena. Con el sudor corriéndoles por la espalda y la temperatura corporal subiendo, les resultó fácil admitir que aquello les excitaba. Lo que no entendían era por qué, ya que normalmente hacía falta algo más que un pene grande para que se sintieran así. También les chocaba saber que Monkey D Luffy era ese tipo de hombre.

"¿Y bien? ¿A qué esperas? Quieres ayudarnos, ¿verdad?". preguntó Nami, sonriendo mientras las feromonas de Luffy llenaban la habitación.

"Quiero decir... Mugiwara salvó a Aniki, así que supongo... que podríamos recompensarle", respondió Mozu nerviosa mientras se arrodillaba delante del hombre.

"¿Seguro?" inquirió Kiwi, todavía un poco confusa, pero apenas capaz de resistir su excitación.

"¡Es genial! Te encantará!" dijo Luffy de repente mientras agarraba las tetas de Mozu. Al principio, ella pensó que iba a quitarle el sujetador, pero él ni siquiera se molestó, pues se limitó a deslizar la polla por debajo, empujándola entre los pechos mientras se los apretaba.

Mozu se sonrojó cuando él movió las caderas hacia delante y hacia atrás, acercando la polla a su cara y retirándola después. Casi quería abrir la boca y dejarlo entrar, saborearlo mientras el pirata le agarraba los pechos con fuerza. Ni siquiera se dio cuenta de que la saliva le corría por la barbilla al abrir ligeramente la boca. Ahora que tenía la polla más cerca, podía ver que era realmente grande, mucho más de lo que había pensado teniendo en cuenta su propia altura y tamaño, pero no se quejaba. Eso la excitaba aún más.

Como si percibiera sus pensamientos, el agarre de Luffy sobre sus tetas se tensó de repente, mientras su polla se estiraba hasta obligarla a abrir la boca y golpear el fondo de su garganta. Sus ojos se abrieron de par en par cuando el hombre continuó empujando entre sus pechos. Una vez desaparecida la sorpresa, envolvió rápidamente la punta del pene con la lengua, haciendo todo lo posible por complacerle mientras empezaba a chupar. Mientras lo hacía, Nami bajó los pantalones de Mozu y se colocó entre sus piernas, echando un buen vistazo al coño de la mujer mientras chupaba la polla de su capitán. La pelirroja se lamió los labios antes de colocarlos sobre su entrepierna, haciéndola saltar de sorpresa cuando la lengua de Nami penetró en el coño de Mozu.

La navegante no se avergonzaba de admitir que su comida favorita después de la polla de Luffy era el coño, y sentía un gran placer explorando las entrañas de Mozu con la boca. La mujer vestida de amarillo ya estaba empapada mientras su cuerpo temblaba de lujuria. No sólo por la polla de Luffy, sino también por la lengua de Nami. Nunca pensó que obtendría tanto placer de una chica lamiéndole el coño.