ALMAS ROTAS || XIMENARDZL

04: "creo que le gustas a..."

No sabía cómo sentirme al respecto con lo que me dijo Estefania, Fernando y lo que me estaba diciendo mi conciencia.

Soy más de hechos que de palabras, Fernando y Estefania no saben lo que hacen, los dos no saben estar solos, ¿cómo puedo tomar en serio el consejo o las palabras de gente que es así?.

Muchas veces me he cuestionado si es correcto tener una amiga así como Estefania, no me gustaba cuando ella si podía o hacía cosas, y me daba discursos acerca del amor verdadero.

Por ejemplo, la vez que estaba ligando con Daniel y con un chavo de la escuela al mismo tiempo, y esto que estaba haciendo con Fernando nada más para sacarse de la cabeza a Daniel, su ligue más fuerte hasta ahora, y también con el privilegio de que Fernando es jefe en nuestro trabajo, le daba una buena base, la ayudaba a que no se metiera en problemas con los gerentes, en fin.

Después de lo que vi en el teléfono de Fernando, volví a mi computadora y seguí trabajando como si nada hubiera pasado, no iba a dejar que me afectará, al final las decisiones eran mías, yo tenía todo el derecho de vivir y conocer gente, y si alguien me gustaba, tenía todo el derecho de intentarlo.

Pero ya no quería vivir lo que había vivido en mi antigua relación, comenzó todo muy bonito, pero después eran humillaciones porque yo no sabía hacer ciertas cosas.

Como la vez que él se compró una moto y me llevó a dar una vuelta en ella, íbamos a ir a Reforma, una zona muy bonita aquí en Ciudad de México. En fin, mi papá, no quería que me subiera con él pero al final accedió.

Cuando íbamos en la moto y llegamos a Reforma, dimos todo un paseo en la glorieta, él quería ir a otro lado, estaba lloviendo, y le dije que para evitar accidentes lo mejor era que nos bajaramos y nos esperaramos en la plaza 222 que está ahí cerca mientras la lluvia para. Su reacción fue todo lo contrario, me dijo que no, que no pasaba nada si seguíamos.

Le dije que tenia miedo, el paro en una esquina, y de un jalón de brazos me dejó ahí en medio de la lluvia, él se fue sólito y lo único que me dijo fue "vete a tu casa".

Me quedé ahí en esa esquina, los coches me estaban viendo y supongo que vieron la escenita,me esperé a que el semáforo cambiara y me fuí caminando a mi casa, que por suerte estaba cerca, seguía lloviendo así que me eche a correr.

[...]

Terminando la jornada laboral, apagué mi máquina, me despedí de todos y me fui por mi lonchera amarilla con flores azules al comedor y después a checar mi salida y por mi mochila a mi locker.

—¿Sigues enojada Cat?— era Fernando, otra vez, lo más seguro con la necesidad de un nuevo favor.

—No estoy enojada, solamente me saca de onda tu actitud y la de Estefania.

—Ya wey, mira mejor hazme un favor, la quiero llevar a cenar al moro, y también necesito que me hagas el favor y me ayudes a investigar el precio de un ramo de flores amarillas.

—¿Es neta Fernando?— cerré el locker con fuerza— ¿para qué flores amarillas?.

— El 21 de septiembre se dan flores amarillas, y le voy a regalar un mega ramo.

Si esas son las niñas que se merecen flores amarillas, algo estoy haciendo mal.

— ¿Y lo de la cena?— le dije mientras me ponía la mochila en la espalda.— ¿Es para hoy?

—Si Cats, es para hoy, necesito que le digas y la animes a ir. Porque hace rato lo intenté pero está enojada.

—Veré que puedo hacer, pero no prometo nada.— me despedí de él chocando las cinco— un favor, ya no veas el perfil de Alessandro y ya no lo molestes, por favor Fernando, no lo conoces.