Cap 1

75 14 5
                                    

Me encontraba dirigiendome al lugar donde Jiyan me había dicho que fuera, es un bonito día.

Mentiría si dijera que no estoy preocupado por Jiyan, después de todo, lo que pasó hace 10 años, volvió a tomar acto de presencia.

Logre divisar la figura de Jiyan, me acerco a él, lo llamo con una voz calmada y suave, haciéndole saber que ya me encontraba ahí.

Jiyan. — apenas dije, me acerca a él, posicionandome a su costado, mire al frente mío, admirando el bello paisaje, que se veía incluso más hermoso bajo la puesta de sol.

Pude ver de reojo qué Jiyan, volteo a verme.

Hoy hay algo que deseo hacer contigo. — dijo de manera tranquila, sin apartar la mirada.

Lo mire, me encontraba confundido.

¿Y eso es...? — no cambie mi tono de voz en lo absoluto.

Una semilla. —

Su respuesta fue inesperada, pensé que quería entrenar conmigo o algo por el estilo.

¿Que semilla? —

Esta es la semilla de un tipo de flor resistente, qué pedí a la Academia que me ayudara a criar hace años. — Jiyan hablaba con tranquilidad, no pude evitar ver las flores que se encontraban bajo nuestro.

¿Plantaste todas estas flores aquí? — pregunte en un tono bajo, mientras miraba las flores blancas, las cuales se veían suaves y bien cuidadas.

Jiyan asintió, alzó la mirada. — Desde aquí se puede ver toda la ciudad de Jinzhou. Pensé... — hizo un breve corte, habiendo un silencio cómodo. — Aquellos que murieron por Jinzhou querrían ver cómo esta prosperando ahora. Esta flor... La llamamos "Emortia" —

Mire a Jiyan, no entendí el por qué o el significado de ese nombre pero... Sonaba lindo. — Emortia... Es un nombre hermoso. — dije con total sinceridad.

Si, la palabra representa como tanto "partida" como "retorno" — Jiyan explicó, entendí al instante lo que quería decir y lo que quería dar a entender.

Para qué los soldados caídos puedan regresar a casa algún día. — mencione en voz baja.

Si, se que no hay nada que podamos hacer para traerlos de vuelta pero para nosotros qué aún vivimos necesitamos algo... A lo que aferrarnos. — Jiyan menciono con tono de voz melancólico.

Gracias Rover, por finalmente traerles paz. Ahora, ya no tienen que luchar y por eso, creo que deberías ser tu quien plante esta semilla aquí. —

Asentí como respuesta, recibí la semilla, era pequeña pero se sentía pesada en mi mano.

Plante la semilla junto a Jiyan. Quizás un día, los dos podamos ver la puesta de sol aquí, con la flor que plantamos juntos.

Hubo un silencio, un silencio cómodo pero no puedo evitar sentirme preocupado por Jiyan.

¿Te sientes bien, Jiyan? — pregunte.

Gracias por preocuparte, Rover, estoy bien. Pero, tengo una petición más. — Jiyan menciono esa última frase con un tono serio.

Si un día perezco en batalla y no puedo regresar a casa, ¿podrías plantar una de estas flores por mí? — al instante que Jiyan termino la oración, hable decidido.

No te dejaré morir. — dije, mientras tenía mi mano en mi pecho, mirando a los ojos a Jiyan, el sabe que no miento ni digo esto solo por qué si.

Jiyan al escucharme y ver mi determinación, asintió y sonrió levemente. — Gracias, Rover. — dijo en voz suave, para voltear y seguir viendo el paisaje.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lo haremos juntos, Jiyan. (Rover x Jiyan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora