Despertar.
El recreo había comenzado mientras caminaba hacia la mesa donde solíamos almorzar. Al llegar, un amargo pensamiento me invadió mientras tomaba asiento al lado de Emiko.
—¿Dónde está Kohana?— pregunté extrañada.
Haruka levantó los hombros en un gesto de desconocimiento y Emiko negó con la cabeza. Un escalofrío recorrió mi espalda recordando lo del cine. Mis pensamientos volvieron al presente, y con un nudo en la garganta les conté lo que ocurrió, absolutamente todo. Desde que Atsuno y yo fuimos juntos a casa, lo del arcade con Kenma, hasta sus inexistentes mensajes de disculpa.
Noté como la sorpresa se asomaba por los oscuros ojos de Haruka, sin embargo, Emiko se quedó pensativa.
—Ahora que lo dices, Kohana habla mucho de Atsuno. Incluso alguna vez ha comentado cosas sobre sus quedadas— dijo enrollándose un mechón de su rizado pelo entre los dedos, nerviosa.
—Por eso no quedaba conmigo— dije en un suspiro, casi más para mis adentros.—Gracias por contármelo, Emiko.
La inquietud se había sumado a mi maraña de sentimientos, que pesaba un poco más, anulando cualquier pensamiento positivo que se me pudiera cruzar.
Faltaban 3 semanas para los exámenes de otoño, y no me podía permitir distraerme ahora.Después de clase me dirigí al club de arte, las pinceladas y los colores solían hacer que mis pensamientos se ordenaran, pero hoy no podía silenciar la tormenta de emociones que sentía. Me decanté por dibujar un paisaje o algo así, para salir de mi zona de confort.
Empecé pintando el lienzo de azul, para unificar los tonos, y después añadí sombras moradas, sin tener muy claro que hacer.
Mirando el lienzo, como si fuese a darme una solución, los tonos azulados me recordaron a la luz del arcade, devolviéndome un recuerdo cálido a la mente y dándome la idea del dibujo.
Al terminar, más tranquila que cuando entré al club, recordé que me había olvidado unos libros en el aula y decidí volver a buscarlos.
Al llegar me asomé a la puerta y lo vi, la idea que había estado rondando mi cabeza desde hace días: Atsuno y Kohana besándose. De repente, no pude evitar darme cuenta de lo bien que encajaban juntos, mucho más de lo que nunca encajé yo con él.
Sin ser vista, me di la vuelta con las lágrimas amenazando con caer. Fue entonces cuando choqué con Kenma empujándole suavemente contra la pared, para no descubrir mi escondite, no todavía. Él se quedó perplejo en su sitio, intentando averiguar qué pasaba, pero yo solo puse mi dedo índice en mi boca en señal de silencio.
—Sabes que esto no está bien, ¿verdad?— escuché el tono juguetón de Kohana.
—Es que lo prohibido es lo más tentador— rió Atsuno.
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Entre juegos y corazones | Kenma Kozume
FanficSalir con alguien a quien no le importas es duro. Bueno, pues Eiza lo sabe mejor que nadie. Atsuno Tokoyoda, su novio desde hace años, es un chico coqueto, amable, guapo y deportista. Eiza, ciega de amor, ignora los comportamientos de su novio, con...