Ella es una sombra que se perpetua en las noches. Me lastima cuando consume
mi sangre para habitar en mi cuerpo, su voz es un vicio. Y me da calidez en la
soledad.Vivo en un departamento algo estrecho. Es cálido de noche. Pero de día es un
infierno. Me la paso escribiendo poemas en mi escritorio que se sitúa cerca de mi
ventana. A veces fumo, cuando la sombra se esconde en mi mente. No le gusta
que fume. «No quiero que mueras» dijo una vez que tenía dos cajas en mi
escritorio.Sale de mi cuerpo y se postra en mi ventanilla para observar las estrellas. Su
forma es hermosa. Tiene un agujero en su pecho. «¿Quién provocó esa herida en
ti?», le pregunté una noche. Se quedó viendo el cielo estrellado y nublado. «El
mismo que ocasionó el tuyo» dijo mientras elevaba sus piernas para ver un
cometa pasar a velocidad de la luz. «¿Quién?», ella volteó a ver mi rostro. Ojos
azulados que daban color a su cuerpo fúnebre. «El amor» talvez leyó mis eternos
pensamientos.«¿Si consumes mi sangre sanarás?», pregunté mientras me sostenía en mi
escritorio. Ella se acercó y me dijo: «prometo no hacerte daño en el proceso, solo
estaré un par de días» no me importaba que se quedara unos días más. ¿Soy
masoquista?
Esa noche decidí dormir en la silla cerca del escritorio mientras escribía un verso
[Y soltaste mi cuerda cuando yo la sostuve desgarrando mis dedos] el frío se manifestó.Pero en instantes sentí el ambiente tibio. Sus brazos abrazaban mi
pecho y su cabeza dormía en mi cuello.
Cuando el resplandor del sol se postraba en mi rostro, ella había desaparecido.
Estaba en mi mente, distorsionaba mis pensamientos. Transitando en un museo
lleno de memorias.Saque el mechero de mi bolsillo y encendí el cigarrillo que había escondido. Lo
coloqué en mis labios y fue entonces que su mano delgada salió para arrancarlo
de mis labios. «Solo uno» dije mientras ella hacía un movimiento con el dedo incide.
«Bien, que propones» ella salió de mi cuerpo y se escondió en una esquina de mi
cuarto donde el reflector no la incendiaba.
Tocó mis pómulos, y una sonrisa de lado soltó unas lágrimas, en ellas pude ver
paisajes, montañas y flores. «Que tus vicios sean mis labios con los tuyos, yo te
cuidaré» sublime. Es solo una palabra para definir lo que sentí esa mañana.La oscuridad con las cortinas y nosotros. El reflector del sol en mi escritorio. Y los
canarios cantando su melodía, el cigarro humeante en el suelo. ¿Por qué todo
esto es efímero?Una noche fuimos al parque, ella había sanado, pero no queríamos despedirnos.
En los jardines congelados, caminamos agarrados de la mano, la nieve caía. Y
nuestras constantes miradas helaban nuestro corazón.«Sabes que me tengo que ir» luego añadió «pero alejarme de ti es dejar una parte
de mí» mis ojos perdían tu presencia, en cada parpadeo. Te abracé, no te quería
olvidar, «te amo» comento ella mientras un estruendo se contemplaba en nuestro
alrededor, «te quiero» dije mientras una migraña dañaba mi mente, dijiste: «no
fumes» y fue entonces que llore; ahora era yo el que botaba lágrimas, pero estás
no tenían color.Y no te fuiste. Porque aún caminas en mis recuerdos, añorando esos días cuando
te abrazaba en mi pecho. Sabiendo que hoy en día, me toca vivir sin tus besos.
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La sombra que transita en las memorias
FantasyUna chico tiene un encuentro con una sombra que es herida gravemente, está debe permanecer en su cuerpo para sanar.