CAPÍTULO 79 Entrenamientos y un secreto

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La ciudad de Kansas lucía fresca, se anunciaban lluvias para los próximos días, los entrenamientos de los KC Chiefs no se iban a interrumpir, aunque tuviesen cualquier inclemencia climática, a menos que fuese un tornado o algo peligroso, al ser lluvias esporádicas y de corta duración, podían llevar a cabo sus ejercicios con calma.


Kelce estaba preparando sus cosas desde la noche para que al día siguiente no tuviera contratiempos en irse, Taylor estaba sentada en la cama, apoyada del respaldo, realizando respiraciones para poder controlarse, los síntomas estaban siendo más marcados ahora, la doctora le advirtió, mientras no excedieran al grado de padecer una hiperémesis gravídica, todo era normal, algunos espasmos de la pelvis le molestaban, ligeros punzones la atormentaban a ratos, todo eso era algo esperado, pero incómodo.

—¿Te sientes bien? — Travis dejó su maleta en el suelo para acercarse a ella.

Se tocó el vientre con incomodidad. —No estoy segura de haber notado este tipo de dolores al inicio del anterior embarazo—

—¿Dolores?, ¿Qué es lo que te duele?, ¿Quieres que llame a la doctora?, Taylor, no me asustes, no ahora— ya estaba nervioso.

—Calma, estoy segura de que son normales, pero igual no paro de creer que son raros, no sé cómo describirlos, es como algo punzante aquí— llevó ambas manos a su pelvis.

—Taylor, por favor, me estoy asustando, no me voy a sentir bien con esto, lo sabes, ¿Verdad? — llevó su enorme mano al vientre de su esposa, no sabía qué hacer para aliviar esa incomodidad, así que solo acarició la zona.

—Trav— ella posó su mano en el brazo de su esposo.

—No puedo esperar a ver que el tercer Kelce se haga notar más—

Ella rio. —"El tercer Kelce", le hemos estado llamando así mucho antes de concebir—

—Bueno, a partir de la semana 16 es cuando sabremos que es, se me hace tan lejana— dijo abrumado.

—Trav— rio. —Solo son seis semanas más—

—Un mes, Tay, mucho tiempo— sus ganas de saber el sexo del bebé aumentaban con el pasar de los días.

—Si lo vemos desde ese conteo tuyo, es mucho, sí— dijo riendo. —Creo que... Ha llegado el momento de que revelemos este secreto a nuestra familia, ya se está empezando a notar y si salgo es realmente inevitable que hablen de mi cuerpo, la mayor parte del tiempo trato de ignorar comentarios estúpidos de la gente, pero esta vez, tienen razón, estoy embarazada, los rumores de la gala de los Mahomes son reales—

Él se sentó en la cama a su lado. —Ok, entonces, ¿Estás segura de ya querer revelar esto?, darlo a conocer implica muchas cosas, yo muero por eso, pero primero, me quiero asegurar de que te sientes plenamente lista para dar ese paso, desde el asunto con tu madre y que crean que soy un patán, me tienen algo tocado, tengo que admitirlo— se frotó el brazo apenado.

—Oh, mi enorme hombre— ella lo abrazó, entendía que su familia, en especial su madre y un poco su hermano se han pasado de la raya con su esposo, Travis lo único que ha hecho es protegerla en todos los sentidos, siendo un buen papá y marido, no entendía como es que a veces le recriminaban que se aleja de ellos, suponía que les seguía quedando ese miedo del exilio que ella misma se hizo cuando estaba en su antigua relación. —Pienso que se les pasará en algún momento, es solo que son situaciones que hemos pasado los cuatro juntos como familia, muy duras y... Ellos solamente velan por mí, y me molesta los comentarios lanzados al aire de mi mamá, a veces es algo sobreprotectora, ten un poco de paciencia, ¿Sí?, mejorará, espero...— quería tener fe.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora