85.

350 53 2
                                    

Ninguno dice nada, pero está bien. Él toma muy en serio palabras así, al igual que yo. Así que puedo esperar hasta que él sienta lo mismo y acepte lo que yo siento por él.

—Ahora que te expliqué todo... —subo mis manos hasta sus mejillas, acunando su rostro entre mis manos e intercalado miradas entre sus labios y ojos—. ¿Puedo? —pregunto, deteniéndome en sus ojos, pero acercándome a él hasta que nuestras respiraciones chocan, causando un cosquilleo en nuestros labios.

Él cierra sus ojitos y se acerca a mí, quitando la poca distancia que había entre nosotros para finalmente matar la necesidad mutua de unirnos y sentir el corazón casi salir de nuestros pechos. Sólo juntando nuestros labios, porque es todo lo que necesitamos. Saber que aún nos queremos y que podemos continuar, que nada cambió.

Porque aún lo quiero, y él aún me quiere. Y tal vez no con la misma intensidad que yo a él. Pero sé que me quiere, sé que hice algo en él como él hizo algo en mí. Y si aún no me ama con esa intensidad. Tengo amor suficiente para ambos hasta que lo haga, o hasta que se dé por vencido conmigo.

—¿Cómo es que volviste? —pregunto cuando nos separamos un poco. Al menos lo suficiente para mantener el calor corporal, pero al mismo tiempo poder ver claramente su rostro—. ¿Todo está bien?

Él asiente y gira la cabeza para ver el sillón y luego regresar a verme. Entiendo, así que asiento lentamente y siento el vacío aire tocar mi piel cuando me separo de su cuerpo para caminar hasta el sillón y sentarnos juntos. Él con una pierna doblada sobre el cojín y yo girando un poco mi cuerpo para tenerlo enfrente mío.

—Cuando te llamé hace unos días... —muerde su labio inferior—. ¿R-Recuerdas que te dije que mi tío quería hacer algo loco?

Asiento con la cabeza y aprieto mi puño con fuerza antes de que acaricie su mano.

—Resulta que él viaja mucho a Seúl por negocios, aquí hay buena venta y compradores —sonríe un poco y mira al suelo—. Dijo que podíamos mudarnos de vuelta a Seúl y así no tendría que repetir el último año de preparatoria. Lo cual fue difícil de conseguir.

—¿Por qué?

—Le dio dinero a la escuela para aceptarme —pone los ojos en blanco—. E-Es estúpido. No me gusta que se preocupe tanto por mí.

Y finalmente toco su mano, acariciando su dorso y buscando que me mire.

—Mereces más que eso, Hao Hao —sonrío un poco—. Me alegra mucho que tu tío se preocupe tanto por ti. Y tienes razón, fue algo exagerado pagar para que no tuvieras que repetir el año —subo mi mano a su mejilla y acaricio su suave piel—. Pero deberías aprovecharlo dejando de meterte en problemas... ¿Por qué es la segunda vez que estás en detención? ¿Qué hiciste antes? —pregunto bajando mi mano a la suya nuevamente.

Sus mejillas toman un ligero color rosado y no puedo evitar tener necesidad de besarlas hasta que sonrojen más y el color sea el mismo que sus rojos labios.

—M-Me metí en una pelea en el patio —dice y yo lo miro sorprendido y confundido.

Había escuchado que unos estudiantes se habían peleado hace unos días, pero es algo que escucho casi a diario en la escuela. Así que no me preocupe.

—¿Por qué? ¿Qué te hicieron? —pregunto, apretando mis labios.

—U-Una pareja de los populares me insultaron por usar mis convers rosas y una camisa que decía "Amor es amor. No más, no menos" —dice, poniendo los ojos en blanco—. Le dije a la chica que me dejará en paz y luego su novio me obligó a pedirle una disculpa. P-Pero como yo me negué, me empujó hasta hacerme caer y-y... Bueno, él termino en la enfermería y yo en detención.

Noto que su labio inferior tiembla nuevamente, pero ahora menos. Así que tomo su quijada con mi mano y hago que me miré, acercándome a él para dejar un pequeño beso en sus labios y acariciar su cabello.

—¿En la enfermería? ¿En serio? —pregunto, intentando ocultar mi orgullo y ligeras ganas de reír.

—Fue un accidente —explica—. Cuando lo empujé de vuelta su pie se atoró con la correa de su mochila y cayó sobre la orilla de la mesa, se lastimó el cuello y el brazo. Pero todos dijeron que yo lo hice a propósito.

—Sólo espero que no vuelvan a fastidiarte. Y me alegra que compartas ese mensaje sobre el amor —sonrío y beso la punta de su nariz—. Me enamoré de lo que eres, Hao Hao. De quién eres y de cómo eres. Y debo admitir que tus bonitos ojos y tu cabello castaño me encantan, pero no es de eso de lo que me enamoré, ¿bien? —me alejo un poco y miro al suelo para luego volver a mirarlo mientras me rasco la nuca—. También debo decirte algo.

—¿Todo bien? —pregunta, ladeando un poco su cabeza y apretando sus labios.

—Sí —sonrío y acaricio su mano—. P-Pero quería decirte que todos mis amigos saben... Bueno, saben que me gustan los chicos, soy orgullosa y abiertamente gay —sonrío y dejo salir una pequeña risita—. Soy súper gay. Por ti —digo, mirándolo y esperando que no reaccione mal, ¿podría hacer eso?

Él sonríe en grande, como si quiera decir "estoy orgulloso de ti" pero no lo dice con palabras. Lo aclara volviendo a besarme, acariciando mi mejilla y metiendo tímidamente su lengua en mi boca, a lo que sonrío por su típica timidez y correspondo al momento.

Haciendo el beso más intenso, pero sin más intenciones. Sólo besarnos, besarnos y besarnos hasta que la falta de aire se haga presente.

—¿Incluyendo Matt y Jiwoong? —pregunta y ya asiento con la cabeza.

—Incluso saben de... Nosotros —sonrío un poco, aunque es más una mueca—. Es gracioso, se los dije hace un rato, ¿sabes?

—Todo es muy abrumador, lo sé —sonríe un poco y vuelve a mirar abajo, con preocupación—. C-Cuando te llamé, lo hice con una intensión muy egoísta.

—¿Por qué dices eso?

Él aclara un poco su garganta y separa sus manos de mí. Me preocupa que siga tan decaído como siempre, no entiendo como antes verlo mal me hacía sentir mejor.

—Cuando te llamé estaba comiendo con mi tío. Pero era en el aeropuerto. Sí, él prefirió un vuelo de dos horas antes que venir en autobús... El punto es que te llamé para saber c-cómo estabas con Karina. Porque esperaba que las cosas no hubieran funcionado... —dice avergonzado.

—Gracias por el voto de confianza —rió un poco, intentando animarlo.

—¿Soy una mala persona, Hanbin? —pregunta, mirándome a los ojos y yo en seguida niego.

—¿Por querer que no esté con alguien a quién no quiero de 'esa' manera? —pregunto, levantando las cejas—. Tal vez la manera en la que dijiste todo en esa llamada no fue la más... Amable ni agradable. Y tampoco debí mentirte, Hao Hao. Incluso lejos pudimos lograrlo, ¿sabes? Pero ahora estamos cerca, así que no creo que haya algo que nos separe —sonrío un poco—. Ni siquiera mi idiotez natural.

gym ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora