La Magia De Lo Oculto

Capítulo XXIV

Dylan

El sonido que produce las hojas golpeándose con el viento es suave pero fuerte, aún así la mediodía del canto de las aves se puede oír

Las hojas caídas pegadas a mi cuerpo, están frías por la temperatura de la madrugada

Despierto abriendo los ojos lentamente para adaptarme a la claridad de la mañana, aunque tengo que cerrarlos de repente por un dolor agudo en mi cabeza, mas siento una respiración suave en mi cuello que hace que rápidamente voltea la cabeza en su dirección

Y lo que veo hace que el corazón me lata al mil, su cuerpo acurrucado al mío, con su respiración cerca de mí, sus ojos cerrados pero perfectamente podría atraparme observándole

¿Qué sucedió anoche? ¿Qué ella hace aquí? Si pudiera saber lo que pasó el día anterior me sentiría mucho mejor

Se mueve sobre mí, impidiendo que me mueva pero hago un esfuerzo para levantarme sin despertarla, despegando su cuerpo del mío, estoy confundido

Cuando consigo salir, decido caminar en busca de mi bolsa con la ropa de repuesto que escondí en un hoyo en un árbol, seguramente lo encontraré rápido

Unos minutos después me encuentro vestido con una sudadera negra con capucha y un bolsillo en el medio grande para dar calidez a mis manos, con un un pantalón jeans y unas botas igualmente negras

En todo momento estuve vigilando a Luz porque para suerte mía, nos encontrábamos cerca de la bolsa y me mantuve cuidándola, mientras me vestía pero llegó un momento que me distraje solo un segundo y se me perdió como si nunca hubiera estado ahí

¡Joder! ¿Dónde se habrá metido esta chiquilla?

No puedo dejar que le hagan daño o que le pase algo peor, no me lo quiero ni imaginar

Enciendo mi celular que lo tenía en la bolsa, tiene veinte de batería, decidido, marco su número y oigo como comienza a sonar

Uno....dos....tres

No contesta su teléfono, no puede ser

Vuelvo a llamar, uno....dos....

Cuando iba a continuar para el tercer timbre, contesta y oigo su voz, hablándome

—Dylan, ¿Dylan, eres tú?

Esa pregunta se me hizo rara, ¿por qué pregunta si soy yo, no ve el nombre del contacto?

—Luz, ¿Dónde te encuentras ahora?—duda un poco pero al final me contesta

—Al lado de unos camelios, árboles grandes alrededor y algunos arbustos, no se decirte una descripción detallada porque todos los árboles me parecen iguales...

Se exactamente donde se encuentra, rápidamente voy donde esta y la veo sentada con sus piernas unidas, las manos y su rostro, abrazándose, como protegiéndose del peligro

Camino hacia ella y cuando me nota corre hacia mí con tanta fuerza que si no tuviera un poco de fuerza, gracias al gimnasio, nos fuéramos par suelo

Cuando ella se encuentra pegada a mí pecho, que le empiezo a acariciar el cabello, oiga sollozos en ella

—Calma, ¿Luz qué sucedió? ¿por qué estás llorando?