Metanoia

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[Pov's Damon]

—Debe ser Kai— Informó Else. Me giré a ver a Sadie, sé que ambos recordamos lo que dije antes. Y es que mi mejor amiga tiene razón, he aprendido gracias a ella que nunca debo de juzgar u opinar acerca de alguien si no sé nada sobre esa persona. Admiro la paciencia que está pelirroja me tiene

A los minutos de haber notado que el motor de aquella motocicleta se apagó, todos nos giramos a ver quien venía al jardín junto a mi madre. La chica era castaña, y solo de verla, me a callado la boca entera. Yo me imaginaba a una niña de veinte años, delicada, con un vestido rosa y cabello largo que cuida más que su propia vida; era todo lo contrario

—Lamento la tardanza— Dijo Kai a su mamá. Ame que ni siquiera saludó a nadie, solo llegó y vino a donde su progenitora estaba para sentarse a su lado

—Esta bien— Sonríe Else, y... ¡mierda! ¿Sadie? Carajo, está embobada con la recién llegada. Moví mi pierna para que volviera a la realidad; admito que sí, Kai se ve bien. Afortunadamente soy gay. Pero Sadie también, por eso está tal y cómo está. Y peor, no sabe disimular

—Damon, Sadie— Nos llama Marcus —Ella es Kai, hija de mi esposa— La castaña solo nos miró, sin expresión alguna. Sería yo con personas nuevas

—Al fin se nos hace el conocerte, Kai. Mucho gusto— Dije, siendo el primero en hablar

—Igual— Y fue lo único que dijo. Con eso fue suficiente para que Sadie volviera a elevarse

—Es mi mejor amiga— Tras decirlo, puse mi mano en el hombro de la pelirroja para regresarle los pies a la tierra

—Hola— Habló primero Kai esta vez

—Hola, Kai. Encantada de conocerte— Sonrió Sadie, causando que veamos una diminuta sonrisa en Kai por primera vez. Ay dios, ayúdame

[...]

—¿Quieres ya dejarme en paz con eso?— Me pidió mi mejor amiga una vez que subimos al auto. Ya habíamos cenado con mi familia, misión cumplida, así que irnos era lo único que queríamos. Al menos yo quería eso —Ya te dije que no quería quedarme por eso, es solo que la estabas pasando bien con tu Tío, es todo—

—Claro, diremos que era por eso— Digo con una sonrisa divertida. Sabía que ella sólo deseaba ver a Kai; no sabe disimular nada de nada —¿Te consigo una cita con ella?—

—¿Quieres dejar de joder?—

—Admite que si quieres—

—Ya cállate—

—No paraban de verse ninguna de las dos. La ventaja es que ella sí disimula, no lo suficiente como para que yo no lo notara, pero mejor que tú si lo hace—

—Damon, carajo, cállate de una vez—

—Te pones agresiva cuando sabes que es cierto—

—Ya basta—

—Tengo su número, puedo decírselo por ti, no hay problema—

—Te he dicho que te detengas— Para este punto, Sadie ya estaba más que irritada de tanta insistencia

—¿Esa de ahí no es Kai?—

—No caeré en tu broma, Damon. Ya detente—

—No es broma, Sadie. Es la que está allí— Como estábamos parados en un semáforo en rojo, fue más fácil darme cuenta que de ella se trataba —Te juro que no es una broma. Voltea, Elizabeth, es enserió— Y al fin me hizo caso. Giró su vista a nuestra derecha y la vio, en su motocicleta. Los ojos de Sadie casi se le salen, podrá no decir nada pero sus ojos hablan por sí solos —¿Ves? Le diriges más miradas que palabras. Así nunca vas a conseguir una cita con ella, mejor lo hago yo por ti—