CAPÍTULO 42 "¿FELICES 18?"

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10 de febrero del 2025.

Camile.

Los 18 años.

¿Cómo es que llegué viva a la mayoría de edad?

Sinceramente no lo sé, pero llegué.

En México los 18 años es la edad en dónde es legal, fumar, beber, manejar, votar y según sé, también es una buena edad para postularse para un puesto público, ah y que no se me olvide el que es la edad en que ya te pueden demandar y la edad en que te puedes dar de alta en hacienda para empezar a declarar impuestos y esas cosas.

«Camile, para presidenta, me gusta»

Realmente nunca me emocionó mi cumpleaños, al cumplir en febrero no era como que siempre me hicieran una fiesta de cumpleaños en grande como las de algunas de mis amigas o amigos, mis papás siempre estaban gastados por las fiestas de fin de año y aunque yo era del 10 de febrero, eso no quita que aún estuvieran cortos de dinero.

Al principio mi cumpleaños era lo más emocionante, me gustaba el pastel, los regalos y el que por todo un día se trataba solo de mí, pero conforme fueron pasando los años empecé a odiarlo.

Digo, no es como que sea muy lindo el pensar en que cada año te haces más viejo y pierdes tus momentos de lucidez.

«No mames, Camile, solo tienes 18 años»

En fin, mi familia seguía festejando año con año pensando que mi cumpleaños siempre era algo bueno, pero como dije, para mí no era algo lindo o emocionante. Normalmente en mi casa me hubieran despertado con las típicas "mañanitas", pero no lo hicieron, mis papás se fueron temprano al trabajo y Santiago estaba llevando a Mad a unos cursos de inglés, tenía que dominar mejor el idioma antes de entrar a una escuela.

Así que, a pesar de que desperté con un mensaje de Rocío y una felicitación en Instagram, pasé la mañana de mi cumpleaños sola.

Estaba en la escuela, sacando unas cuantas cosas de mi casillero, cuando de la nada sentí cómo me abrazaron por la cintura, reconocí ese olor al instante y más porque Oliver me empezó dar de besitos en el cachete derecho.

—Feliz, feliz cumpleaños a la persona que más quiero, y la chica más guapa del mundo— me susurró en el oído y me reí por lo bajo.

—Muchas gracias, Oliver —dije girándome a él, poniendo mis manos en su pecho.

—No me agradezcas, es tu cumpleaños y es día en que te consienta, además saliendo de aquí nos vamos a tu casa, tu hermano mandó invitaciones a todos de que nos vemos hoy a las 7:30 en tu departamento.

Sonreí forzadamente, no lo culpo, Santiago siempre fue así y bueno prácticamente él y yo crecimos juntos, así que era de esperarse que él hiciera algo así.

—Sí, bueno, así son los hermanos mayores — me limité a decir —digo, no es muy importante.

— ¿No es importante? —preguntó irónico —Cariño, para los que te queremos es importante, digo, nosotros no nos conocemos ni de un año, pero ya sabes, saber que es el primer cumpleaños de muchos que voy a pasar a tu lado, así que para mí es importante, tienes la mayoría de edad de alguna manera y eso es bueno, creces más y más.

Reí por eso.

—Lo dices como si me conocieras de toda la vida.

—Tal vez no te conozco de toda la vida, pero siento como si realmente fuera así —dijo y me dejó un beso en la boca.

El chico de la bufanda grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora