El gemido que escapó de los labios de Jeonghan cuando Seungcheol le chupó la lengua fue mejor que todas las películas pornos que habían visto.
Choi estaba deshaciéndose en sus brazos mientras Seungcheol maltrataba su boca con besos bruscos y salvajes, hundiendo la lengua lo más que podía en su garganta mientras el mismo Jeonghan succionaba de adelante hacia atrás el músculo.
La polla de Seungcheol chocó con el hueso de la cadera de su mejor amigo, y una oleada de desquicio se apoderó de él cuando bajó sus manos hasta las nalgas de Jeonghan y las estrujó con los dedos abiertos, presionando con los índices en el medio.
-Oh Dios, sí -murmuró Jeonghan cuando Seungcheol sacó su lengua, bajando por el cuello de Jeonghan para dar lamidas superficiales.
Las manos de Jeonghan estaban en todos lados. Sus hombros, su cuello, sus brazos, hasta llegó a sentirlas en su trasero, pero Seungcheol no se distrajo con eso y empezó a quitarle la camisa a Jeonghan. El pecho descubierto del chico era blanquecino a excepción de esos rosados pezones más que erectos.
No había tetas, era plano totalmente y aún así no dudó en chupar uno de los pezones como si fuera un hombre sediento. Jeonghan gimió -él jodidamente gimió cuando Seungcheol empezó a chupar y chupar, rodeando el pezón con la lengua en movimientos circulares hasta que estaba hinchado y dolorido.
La lengua bajó hasta su estómago y se detuvo en su ombligo.
-Cheol, no ahí, es -trató de decir, pero su amigo no le escuchó antes de besar con la boca abierta esa zona, arrancándole otro sonido vergonzoso.
Tener a su mejor amigo de rodillas, lamiendo y besando su estómago era tan raro, incluso más que besarse. Pero Jeonghan no pudo siquiera pensar en detenerse, no cuando se fijó en la erección oculta debajo de los pantalones deportivos de Seungcheol. Se lamió los labios, con hambre. Quería probarla, quería tener esa polla en su boca hasta que el mayor olvidara cualquier chica con la que folló en su vida.
-Quiero chupártela. -Consiguió decir.
Cheol detuvo sus labios y se alejó de su ombligo, y antes de darse cuenta ahora era Jeonghan el que estaba arrodillado, bajando sus pantalones hasta que el pene salió y golpeó su labio inferior.
-Joder, te ves tan... -dijo Seungcheol, mirando con las mejillas sonrojadas a Jeonghan cuando empezó a lamer lentamente la roja e hinchada cabeza.
Dios. Fue como si el alma le volviera al cuerpo.
Puso una mano en el cabello de Jeonghan, pero no le impulsó, sólo la dejó ahí. Jeonghan había bajado sus lamidas por toda la extensión de su polla hasta que llegó a sus preciadas bolas, tomando ambas en su boca y succionándolas, dejándolas salir con un morboso sonido antes de atraparlas de nuevo.
-Oh, Jeonghan. -Cheol gimió fuera de sí. La boca de su mejor amigo era un pecado. Húmeda, estrecha. Se sentía de maravilla.
Cuando Jeonghan volvió a subir y tomó cada pulgada de su polla en la boca, Seungcheol dejó de intentar ser cuidadoso y lo atrajo usando el agarre en su cabello. Jeonghan gruñó haciendo que la garganta le vibrase, la vena en el pene de Seungcheol presionada por la lengua de su mejor amigo.
Dios. Dios.
Sus caderas se mecieron sin cuidado, sólo profundizando, manteniendo la cabeza de Jeonghan en su sitio mientras sólo le follaba la boca sin sacar ni un milímetro de su piel. Jeonghan correspondió gimiendo alrededor de su polla y movía la lengua para humedecerla. La saliva se le escurría y creaba un chasquido de lo más sensual.
Sacó su pene de la cálida boca, dejando amablemente de que Jeonghan respirara al creer que lo estaba ahogando. Más equivocado no pudo estar. Pronto Jeonghan volvió a inclinarse y a chupar con rapidez, lamiendo cada pedazo de la polla de Seungcheol, dejándola toda mojada y rojiza.