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Samy, ¿cómo has podido soltar eso delante de Luzu? -le pregunto entre dientes en la primera ocasión en que nadie puede oírnos.

—Porque sabía que tú no lo harías, y quiero echar una mano con problemas de compromiso de Spreen -me contesta sonriendo dulcemente.

Frunzo el ceño. ¡Soy yo el que no va a comprometerse con él, estúpida!

—Y el alfa se ha quedado tan tranquilo, Roier. No te preocupes miralo... Spreen no aparta la mirada de ti.

Me giro y veo que Luzu y Spreen están mirándome.

—No te ha quitado los ojos de encima.

Será mejor que vaya a rescatar a Luzu, o a Spreen. No sé a cuál de los dos.

—Esto no va a quedar así, Samy Rivers. Me doy la vuelta.

—Roi, te he hecho un favor -me dice cuando ya me la he dado.

—Hola -les saludo a los dos con una sonrisa.
Parece que todo va bien.

Spreen está sonriendo por alguna broma entre ellos, y mi padre parece increiblemente relajado, teniendo en cuenta que se trata de socializar.

—¿De qué han hablado,
aparte de pesca?

—Ro, ¿dónde está el cuarto de baño? -me pregunta Luzu.

—Al fondo a la izquierda.

—Vuelvo enseguida. Diviértanse, chicos.

Luzu se aleja. Miro nervioso a Spreen. Nos quedamos un momento quietos mientras un fotógrafo nos hace una foto, Gracias, señor de Luque. El fotógrafo se escabulle a toda prisa. El flash me ha dejado parpadeando.

—Así que tambien has cautivado a mi padre.

—¿También? -Le arden los ojos y alza una ceja interrogante.

Me ruborizo. Levanta una mano y desliza los dedos por mi mejila.

—Ojalá supiera lo que estás pensando, Roier.
-susurra en tono turbador.

Me coloca la mano en la barbilla y me levanta la cara. Nos miramos fijamente a los ojos. Se me dispara el corazón. ¿Cómo puede tener este efecto sobre mí, incluso en este entoldado Ileno de gente?

—Ahora mismo estoy pensando: Bonita corbata -le digo.

Se rie.

—Ultimamente es mi favorita.

Me arden las mejillas.

—Estás my guapo, Roier, Este vestido con la espalda descubierta te sienta muy bien. Me apetece acariciarte la espalda y sentir tu hermosa piel.

De pronto es como si estuviéramos solos. Solos él y yo. Se me altera todo el cuerpo, me hormiguean todas las terminaciones nerviosas, y la electricidad que se crea entre nosotros me empuja hacia él.

Los Juegos Oscuros De Un MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora