—¿Siempre has querido ser bombero? —pregunta Annika mientras estamos tumbados en el enorme sofá, sus pies me llegan a la altura de la cadera y yo tengo las piernas flexionadas para que pueda ver la tele sin problemas ya que si me estiro no podrá ver nada.
—Sí —miento, por supuesto que no, jamás se me había ocurrido ser bombero, yo quería ser policía—, ¿tú siempre has querido ser policía?
—Creo que sí, aunque el tío Volkov no quiere... —Frunzo el ceño, en la televisión Bob Esponja hace pompas de jabón y ríe con Patricio.
—¿Por qué? —pregunto, recuerdo que mi padre estaba muy orgulloso de que quisiéramos ser policías y que mi hermana fuera a la milicia.
—Dice que es peligroso y que ya ha perdido a demasiadas personas de su familia... —Asiento lentamente, ese hombre está criando solo a su sobrina, solo con la ayuda de su superior y compañero, no le he preguntado a Annika ni a él nunca pero estoy seguro de que sus padres están muertos.
—Tiene razón, es peligroso.
—Lo sé, pero que sea peligroso no significa que sea malo, quiero ayudar a la gente... —Me siento en el sofá y miro a la pequeña, lleva el cabello suelto algo enmarañado y lleva unos pantalones cortos y una camiseta de andar por casa, no me mira, su vista está pendiente a la televisión.
—Hay muchas formas de ayudar a la gente como..., siendo médica o abogada... —Ella me mira durante unos segundos y luego vuelve a la televisión, negando.
—No, yo he nacido para ser policía, lo sé.
Nos quedamos en silencio, lo único que se escucha es la televisión con la risa de Bob Esponja. La miro fijamente, realmente no soy nadie para decirle nada a esta niña, no solo porque no sea familia de ella, es que yo era igual que ella.
Pienso en ese pequeño Horacio que hacía placas de cartón con Gustabo y jugaba con su hermana a encarcelar a las Barbies y Kens con las que ella jugaba cuando era más pequeña. Pienso en esa ilusión cada vez que mi padre me decía que un día sería un héroe.
Flexiono mis rodillas y las abrazo, sintiendo que de alguna forma he traicionado a ese pequeño Horacio que quería ser el mejor policía del mundo y que ahora solo se pasa la vida huyendo del FBI, un Horacio que dejó atrás a su familia y a su sueño y que desde entonces solo puede huir y temer que un día lo encuentren y todo se termine.
Annika lo tiene claro y yo también lo tenía, yo era ese niño al que decían que no podría volverse policía, del que se burlaban en el colegio y que tuvo que demostrar el doble para probar que no era solo el hermano de la encargada del FBI, que era mucho más que eso.
—Yo creo que serías una gran policía —susurro tan bajo que no sé si Annika me ha escuchado.
La pequeña se sienta y me mira y entonces sonríe de esa forma que solo los niños pueden hacer, una sonrisa llena de ilusión e inocencia.
—Gracias, yo también lo creo. —Sonrío, no puedo evitarlo, su sonrisa es demasiado contagiosa.
Nos quedamos un rato más viendo Bob Esponja hasta que oímos la puerta abrirse, ella salta directamente desde el sofá para ir hasta la puerta y cuando me levanto ella ya está abrazando a su tío que no ha tardado ni dos segundos en cargarla para abrazarla.
Miro la escena con una sonrisa, él la abraza y luego le da un beso en la mejilla que hace a la niña sonreír, luego ella empieza a hablarle de todo lo que hemos hecho mientras él no estaba y él la mira y escucha atentamente, como si fuera algo muy importante, supongo que para Annika lo es.
Después de eso suelta a la pequeña, yo he aprovechado para recoger mis cosas y guardarlas en mi mochila para irme de vuelta al norte, el comisario me mira y sonríe.
—Muchas gracias por cuidarla, dame un momento. —Asiento y veo como saca la cartera para sacar el dinero que me dará, saca unos billetes los cuenta y luego se queda quieto.
Durante unos segundos parece estar pensando en algo ya que su ceño se frunce, lo miro confundido hasta que levanta la mirada y me mira fijamente, trago saliva, sus ojos azules me miran fijamente.
—¿Tienes que trabajar mañana por la noche? —pregunta y yo me quedo un poco estupefacto.
—Hmm, no, no tengo..., ¿quieres que venga a cuidar a Annika? —pregunto.
Él mira a la pequeña y luego a mí, de repente parece un poco nervioso.
—No..., me preguntaba si..., te gustaría salir a dar un paseo..., tú y yo... —Parece que ha dicho el «tú y yo» para dejar en claro que solo seremos nosotros dos y Annika no tendrá nada que ver.
De repente me siento muy nervioso, cambio el peso de una pierna a otra y agarro con fuerza el asa de mi mochila, pensando en que decir mientras miro al suelo, podría decirle que no pero realmente me gusta la idea de salir con él, me da mucha curiosidad su forma de ser y que cojones, me atrae muchísimo.
—Sí, claro, perfecto. —Lo miro de reojo y noto que asiente, también parece nervioso, algo que me sorprende.
—Te mandaré la hora por teléfono...
—Sí..., claro... —Siento que me estoy repitiendo y no digo nada nuevo pero me he quedado demasiado impresionado por su repentina oferta de ir a una cita..., si es que se puede llamar cita.
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Cuando la puerta se cierra y Horacio se va Volkov suspira, se da la vuelta y ve a su sobrina mirándolo con el ceño fruncido y los brazos cruzados, además tiene las mejillas hinchadas de aire.
—¿Qué te pasa? —pregunta Volkov agachándose poniendo una rodilla en el suelo para estar a su altura.
—¿Por qué yo no puedo ir? —Volkov no sabe como responder a esa pregunta de tal forma que su sobrina entienda que se trata de un tema más personal y privado.
—Bueno porque... —Empieza a hablar y luego se queda callado, no puede llevarla a una cita, bueno, no está seguro de si es una cita, él cree que sí pero es algo que no dejó en claro haciendo que se lleve la mano a la frente, debería habérselo dejado en claro a Michael antes de que se fuera.
—¿Es porque te gusta? —Volkov la mira, sorprendido por su repentina pregunta, se pone un poco nervioso, él no es tan bueno con los sentimientos y menos con el amor.
—Bueno, sí, o sea, no, a ver, quiero decir...
Annika mira a su tío mientras titubea y balbucea palabras, intentando encontrar la forma correcta de explicar sus sentimientos, al final la pequeña niega con la cabeza.
—Está bien, pero me compras helado por no dejarme ir —dice sin más y se va a volver a ver Bob Esponja.
Volkov la mira aún quieto en el suelo, su sobrina siempre es una caja de sorpresas, se levanta del suelo y suspira, tiene una cita, ha avanzado como Greco le dijo, ahora solo queda que todo salga bien.
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Holii, ya estoy aquí, que tal el finde? la verdad el mío fue bastante tranquilo, solo yo con el fortnite y el character.ai, hoy volvemos con la rutina y creo que me he enfermado pero lo veremos en los siguientes días, aunque espero subir el miércoles :3
En fin, nos vemos en el siguiente capítulo ✨(っ◔︣◡◔᷅)っc(◕︣◡◕᷅c)✨
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Puppets ~Volkacio~
FanficHoracio y Gustabo están huyendo del pasado, más concretamente del FBI que quería obligarlos a hacer algo totalmente en contra de sus pensamientos. Los Santos es una ciudad para un nuevo inicio, la ciudad que lo inició todo, Fred y Michael Hope viven...