Tom

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Estando recién casados quería probar algo nuevo, otra forma de hacerlo, manejar toda clase de seducción, pero Bill es del tipo de hombres que van a lo suyo no hace juegos previos o hace sexo oral, no utiliza nada extra, pensé que tal vez era por su edad, pero él aún estaba joven por mi lado a mí si me encantaba probar algo diferente, así que compre un disfraz no era sexi, pero era muy tierno, ese día le preparé su plato favorito y arreglé un poco la casa.

Llegó tarde como de costumbre, pero yo lo esperé despierto viendo una película cenamos en tranquilidad y sin decir gracias o algo lindo se fue a dormir no era que esperara unas felicitaciones, pero al menos un beso no estaría mal, lo seguí y aproveché para ponerme el disfraz él ya estaba metido bajo las sábanas así que me acosté a su lado y lo comencé a acariciar obviamente su cuerpo reaccionó a mi tacto, pero cuando voltio a verme su risa me hizo sentir incómodo.

-¿qué haces vestido así?-

-¿no te gusta?

-porque debería gustarme un bicho de esos.

-no es un bicho, es una abeja.

-es un bicho y punto.

-bueno, si no te gusta puedes quitármelo - le dije en tono sugerente.

-tengo sueño Tom estoy cansado para tus cosas infantiles.

-no es infantil, solo quiero probar algo nuevo.

-¿qué tiene lo que hemos venido haciendo? ¿No te gusta?- exclamó sentándose en la cama.

-si me gusta, pero llevamos seis meses de casados y es muy monótono.

-¿estás diciendo que soy aburrido?-

-¡No! Bill, tú nunca entiendes nada.

-bueno, explícate por qué no tengo idea de lo que quieres decir.

-nunca lo sabes.

-¿crees que esa cosa que tienes puesta me hará sentir deseo hacia ti?

-olvídalo- con rabia y desanimado, me quité el gorro de abeja y me levanté.

-no seas llorón Tom.

-haga lo que haga, jamás haré algo que te guste, ¿verdad?- pronuncié mirando el gorro que aún sostenía en mis manos.

-Dios... qué cursi eres.

-¡deja de ser cruel!- grité arrojándolo en el suelo.

-claro, yo soy lo peor y tú eres el bueno.

-yo no dije eso.

-¡que quieres de mi Tom!-

-¡que seas el mismo Bill del que yo me enamoré¡-

-¿y ya no lo estás?-

-lo estoy, por eso quiero hacer otras cosas en el sexo para que la relación no sea aburrida...

- si estás taaaan aburrido ya sabes a donde te puedes ir, ¡ah! Verdad que no tienes casa- me dijo irónicamente y con una estúpida sonrisa.

No quería escuchar nada más cuando se pone en ese plan de decirme que no lo puedo dejar porque no tengo a donde ir me desespera y me hiere demasiado, seguí mi camino y me encerré en el baño durante un tiempo al ver que no salía tocó la puerta con la excusa de que iba a orinar, abrí la puerta, pasé por su lado en total silencio y me acosté.

Lo sentí cuando se acomodó junto a mí y se subió a horcajadas a hacerme cosquillas hasta que cedí riendo a carcajadas y retorciéndome de la risa.

-ya Tommy, no quiero discutir más, mejor porque no montas a tu hombre- lo dijo haciendo que quedara encima de él.

-¿cuándo estaré arriba yo?-

-ya lo estás bebé.

-sabes lo que quiero decir.

-después vemos.

-¿y por qué no hoy?-

-Tom trato de ser bueno y tú eres muy quejoso

-es que quiero que me montes tú.

-y ya te dije que después vemos... anda bebé, mueve esas caderas para mí.

-¿me dejarás algún día?-

-sí... y concéntrate.

Sonreí porque pensé que me la daría, pero obviamente eso jamás pasó, esa noche hicimos el amor salvaje, así como le gusta al hacerlo, tampoco podía negar que a mí también me encantaba así, pero quería hacerlo diferente, no sé de qué forma pero una diferente.

𝑵𝒐 𝑷𝒖𝒆𝒅𝒐 𝑫𝒆𝒋𝒂𝒓𝒕𝒆 𝑰𝒓  [TwcNr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora