UNICO

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Jake no era alguien que hiciera este tipo de cosas y mucho menos en lugares que no debía.

Pero ahí estaba saltando sobre ese dildo azul, mientras tomaba sus pezones entre sus dedos, estujandolos, y pellizcando.

Si le preguntarán como había llegado a esa situación, simplemente diría que fue porque la señora Lee salió toda la semana a un viaje de negocios y lo dijo a cargo de la casa, pero a la señora se le pasó decirle un pequeño, muy pequeñito detalle.
Que su hijo llegaria a casa.

Jake seguia saltando, gimiendo fuerte, agudo, que no escucho el sonido de las llaves y mucho menos el de la puerta siendo abierta.

Heeseung no podía creer lo que estaba viendo, un chico de cabello rubio, estaba sobre la mesa, saltando sobre un dildo, masajeando su pecho, mientras pellizcaba sus pezones gemiendo, para la sorpresa de Heeseung esa vista no le desagrado en lo más mínimo, al contrario, lo excito.
Lo supo cuando sintió su pantalón empezaba a apretarle y su miembro a crecer. Heeseung no era ciego, digamos que para el la vista era algo... agradable.

Jake se detuvo, cuando sintió una mirada sobre el, cuando miro sobre su hombro, vio al hijo de la señora Lee, rapidamente se bajó de la mesa, y se puso su camisa que le cubrirá justo hasta su gran y redondo culo, trato de retener sus lágrimas pero no lo logro.
Se sentía muy avergonzado, demasiado. ¿Que le diría el joven Heeseung a su madre?, ¿lo despedirán?

— Se- señor, yo, p-por  por favor, yo lo s-siento — dijo soltando las lágrimas, hasta la calentura se le bajo por tanta vergüenza que sentia.
— No le d-diga a su madre, por favor —

— No quiero perder mi trabajo, me costó mucho conseguir este, por favor, se lo pido, no le diga a su madre —bajo su cabeza por la vergüenza, mientras las lágrimas seguían bajando por sus mejillas.

Heeseung lo miraba aún sin saber que decir, ni siquiera estaba pensando claramente.  —Deja de llorar, no le diré — al escucharlo Jake lo miro, con sus ojos brillando, — gracias señor, de verdad se lo agradezco muc- —

— Pero quiero que continúes con lo que estabas haciendo, cariño—

—¿Q-que?— Dijo sorprendido, Heeseung se acerco a el y el retrocedió hasta que su trasero choco con el borde de la mesa.

— Lo que escuchaste lindo, mira como me dejaste solo con verte —Heeseung tomo la mano de Jake y la guio hasta su miembro, haciendo que Jake tocará su polla, solto un pequeño suspiro casi como un gemido algo ronco.

— No quieres que le diga a mi madre, ¿Verdad? — el contrario asintió, — bien, entonces haz lo que te dije — Heeseung comenzó a caminar al sillon que estaba cerca de la mesa y se sentó, para ver cómo Jake se subió a la mesa y se acomodaba.
Jake mentiría si dijera que esto no le calentaba, pero también le daba algo de vergüenza.

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