Las manos de Seungcheol subieron su camisa lentamente, acariciando toda la piel que iba siendo expuesta, pero sin detenerse en algún punto. Tomó la orilla de la prenda y le indicó a Jeonghan con el mismo tono de voz que llevaba usando.
—Muerde.
Jeonghan le observó con vergüenza antes de tomar la orilla de su camisa con los dientes, dejando así su pecho en disposición a las morbosidades de su mejor amigo.
Seungcheol llevó los labios a su cuello, soplando justo atrás de la oreja de Jeonghan, enviando así una corriente de anticipación por todo su cuerpo. Pegó la boca a su pulso y chupó, chupó con fuerza, era obvio que el muy desgraciado quería hacerle una marca. Pero con lo vulnerable que se sentía en esos momentos, Jeonghan no pudo detenerlo, sólo cerró los ojos ante el asalto que pasó a recorrer cada espacio de su blanquecino cuello.
Cinco o seis chupones después, Seungcheol bajó hasta su clavícula. La delineó con los dientes de forma tentativa mientras sus manos acariciaban el estómago tenso de Jeonghan.
Llegó a los pectorales. Se quedó mirando los pezones erectos y rosados de Jeonghan con una expresión extraña, pero el menor no tuvo tiempo de taparse cuando la mirada de Seungcheol vagó hasta su barriga, donde empezó a lamer y mordisquear, sacándole uno que otro sonido ahogado. Toda esa zona era un punto erógeno para él, y Seungcheol -el muy maldito lo sabía y lo aprovechaba.
Una húmeda lengua se deslizó fuera y dentro de su ombligo, y Jeonghan se sintió temblar ansiosamente, su camisa dejando los jadeos que deseaba soltar atorados.
Ni cuenta se dio cuando los labios de su mejor amigo subieron de nuevo hasta su pectoral izquierdo. Lo notó cuando la punta de la lengua rozó su sensible pezón. Se estremeció, Seungcheol lo rodeó con sus labios y chupó. Empezó a succionar el botón con un morboso sonido húmedo que repercudía en la polla de Jeonghan, sintiendo su pezón dolerle y ponerse hinchado mientras Seungcheol lo estimulaba con su lengua.
—¡Oh, Cheol! —Abrió la boca cuando los dedos subieron hasta su otro pezón y lo jalaron sin cuidado. Dolió, dolió mucho. Jeonghan no entendía porque su polla estaba sacudiéndose dentro de sus pantalones, él no era masoquista.
Cheol liberó su mojado pezón para mirarle con reproche. Su camisa se había interpuesto entre su boca y el botoncito.
—Mal, Jeonghan. —Negó con la cabeza. Pasó un brazo por debajo de Jeonghan para alzarlo, silenciosamente exigiendo que se quitara la camisa.
Jeonghan lo hizo con movimientos torpes, sus dedos no respondían ante las olas de calor paseándose por su sangre. Cuando por fin tuvo su pecho desnudo Seungcheol le ayudó a quitarse los pantalones, quedando sólo en un bóxer de Iron Man.
Irónicamente esto no le apenó ni un poco. Muy al fondo de su nublada mente él sabía que en esos momentos Cheol llevaba ropa interior de Batman.
Más allá de eso, cuando notó cómo su amigo se sonrojaba por verlo en la prenda roja y amarilla, se confundió un tanto, terminando por removerse incómodo.
—¿Algo mal? —Dijo ruborizado.
Seungcheol negó y bajó la cabeza de nuevo, tomando el otro pezón entre sus dientes para así tirar suavemente, jugando con el pezón dentro de su boca.
Jeonghan jadeó y aferró una mano a la camiseta de Seungcheol, enterrando sus cortas uñas en la tela para intentar controlarse y no gemir como una puta. Trabajo difícil cuando tu sexy amigo te está mamando el pecho como un jodido bebé hambriento.
Cuando el pezón estuvo lo suficientemente duro a opinión de Seungcheol, y todo su pectoral estaba lleno de saliva, lo liberó y subió para besar a Jeonghan en la boca, deslizando sus labios lentamente mientras paseaba las manos por sus suaves y tonificados muslos. Jeonghan suspiró y le regresó el beso de esa forma tan atontada que hizo a Seungcheol gruñir y hundirle la lengua en la garganta. Quizás se excedió un poco, ya que Jeonghan sufrió una arcada que lo obligó a separarse.