—Cómo quieras. En ese caso, nos vemos luego.
Jeonghan asintió y observó a Seungcheol irse del parque, dejándolo solo en los columpios tras haberle indicado que tuviera una cita con su novia, y que no le hablara a Jeonghan por un par de días.
Suspiró pesadamente y sacó su celular. Buscó el chat con Mingyu y le escribió, por suerte su amigo estaba en línea.
Chat con Kim Mingyu
¿Estás libre?
13:04
Sip
13:04
¿Quieres que nos veamos? 🌚
13:05
Sí, pero no para "eso"
13:05
Oh, entonces ¿para qué?
13:07
Dudo que sea para ver Naruto, ¿cierto? 😞✊🏻
13:08
Necesito hablar de algo contigo... Luego podemos ver Bleach 😇
13:08
¡Wuu! Jsja, está bien. ¿Vienes a mi casa?
13:08
Prefiero que nos veamos en el hotel de siempre 👉🏻👈🏻
13:09
Grrr, jaja
13:09
Voy en camino ¿20 minutos?
13:09
Perfecto. Te veo ahí
13:10
Visto: 13:11
*****
Después de guardar el celular, Jeonghan se pasó una mano por el pelo y emprendió camino hasta el hotel. No tuvo que tomar autobús o un taxi, le quedaba bastante cerca y quería tomarse su tiempo para pensar en lo que le diría a Mingyu.
¿Estaría bien mentirle a Seungcheol como estaba a punto de hacerlo?
Es por el bien de ambos, se dijo para influirse determinación.
Cuando llegó al hotel y entró, la recepcionista lo miró de arriba abajo. Jeonghan sólo le dio una sonrisa y preguntó si su compañero ya había llegado. Tras darle su nombre ella asintió y le dijo que estaba en la habitación 17. Jeonghan le agradeció, aunque él ya lo suponía. Ellos siempre escogían esa habitación, por lo que al tener su permiso sólo se fue al elevador.
Mingyu había sido el hombre con el que Jeonghan había compartido cama más frecuentemente, y el último antes de su mejor amigo. Recapitulando, él no tenía mucho talento de seducción como para ir y conquistar un nuevo hombre cada vez que quería tener sexo, además de que era arriesgado y no pensaba exponerse ante alguna ETS. Prefería tener relaciones con algún amigo, y antes de Seungcheol, Mingyu había sido el mejor, el más amable, generoso y atractivo. Pero más importante, Mingyu gustaba de él como hombre, no como un amigo o una solución a un problema sexual. Ellos como dos chicos gays se veían como fuentes de atracción, alguna posibilidad de pareja y personas que se comprendían. Por lo que Jeonghan confiaba fielmente en que Mingyu estaría dispuesto a ayudarlo.1
Cuando llegó a la habitación 17, tocó la puerta para que le abriera. Mingyu lo hizo con esa encantadora sonrisa que resaltaba sus pómulos.
—¿Servicio al cuarto? —Dijo seductoramente, atrayendo a Jeonghan de la cintura.