Capítulo 2
Stefan
Llega un poco cansado a mi habitación, pues no estaba acostumbrado a cabalgar, entre a mi casa asignada de servicio, pero note que la puerta se encontraba abierta, entre de deprisa.
—Stefan, por que llegas tan tarde mi amor —estaba mi hermosa Catalina sentada en uno de los sillones.
No me contuve mas y antes de que pudiera avanzar otro paso más, la levante del sofá, y atraje hasta mí, de forma que aspire su perfume mientras sentía su espalda en mi pecho adaptándose perfectamente a mi cuerpo.
—Ya te había dicho que me encanta tu perfume—admití rozando con mi nariz su cuello conforme aspiraba su olor—Es embriagador—conteste preso de aquel embrujo al que había que me había arrastrado y viéndome condenado al delirio de sus deseos.
Note que se giraba rápidamente y sus labios acortaban la distancia que separaban los míos, jadee ante aquel contacto posesivo y mi lengua busco ávidamente la suya haciendo que todo fuera un deleite de sensaciones
Ella intentaba abrir los botones de mi camisa que llevaba puesta y casi sonreí en su intento vano por conseguirlo, mientras mis manos recorrían su cuerpo
Estaba absolutamente cegado por lo que me hacía sentir esta mujer
—Quiero tocarte—menciono segundos después—Y esto me lo impide—Su voz sonaba una reprimenda.
Aquellas palabras fueron órdenes para mí, por lo que aparte las manos de su cuerpo para estirar mi camisa provocando que los botones salieran volando, pero había olvidado un pequeño detalle "el dibujo".
El papel cayo a los pies de Catalina, y no pude impedir que ella lo abriera rápidamente, su cara se tornó rojiza.
—Stefan ¿qué es esto? —Me aventó el dibujo a la cara furiosa.
—Es un simple dibujo cariño— escogiéndome de hombros.
—¡Por favor, Stefan!, estas desnudo y este papel tiene un listón para el pelo, es muy ovio que estuviste con una mujer—dijo mientras se acomodaba el vestido
—Henry, me mando a avisarte que hoy comieras con nosotros el comedor principal, quiere que estes presente para un cierre de un negocio de unos cabellos pura sangre con la familia Maxwell . —Camino con paso firme hacia la puerta—Por cierto, no te me vuelvas a cercar— dicho salió azotando la puerta.
Me pase las manos por el pelo exasperado por la situación, me deje caer en sillón cansado.
Llamo mi atención que en el suelo el dibujo junto al listón, los tome dispuesto a romperlos pero simplemente me lo impidió y los deje en la mesita de centro.
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Mi fantasía de amor
RomansaLas personas suelen obsesionarse de un corazón equivocado, pero llega alguien que no solo hace enamorarte de su apariencia física si no de su alma y eso es jodidamente irreparable...