Luz sin sombra

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Shinra es extraño. Incluso ahora, mientras reposa la cabeza en mi regazo sosteniendo un libro que ha leído ya incontables veces, incluso cuando llega a casa y se quita la bata del laboratorio y la deja sobre nuestra cama para ir a tomar un ducha, incluso realizando las actividades más humanas que pueda imaginarme; él es simplemente extraño. Siempre lo ha sido, así que podríamos decir que es lo "normal" en él. ¿Pero qué tiene de normal ir y venir todos los días y que te reciba en casa una mujer sin cabeza que no puede hacer nada salvo depender de él? Se lo he preguntado antes, y siempre me contesta tan honestamente que no puedo contradecirle.
- Es normal, Celty, porque te amo.
También yo. He llegado a pensar que no lo sificiente, porque él no deja pasar un solo día sin demostrármelo, mientras que yo solo recibo egoístamente todo lo que me ofrece sin darle nada a cambio. Él dice que no es necesario, que es feliz con que vivamos juntos como una pareja casada. Yo río, silenciosa como siempre, y sigo tecleando para la sala de chat a la que siempre entro.
Agradezco tener a Shinra. Nunca pensé que en este mundo habría lugar para alguien como yo y aún así él me aceptó. ¿Qué puedo hacer para pagárselo? Gracias a él es que conozco a otras personas a quienes llamo "amigos". Supongo que por su fama y por la mía habría terminado por conocer a Shizuo de una u otra manera, pero solo Dios sabe como habría sido ese encuentro sin Shinra para mediar con él. Algunas veces me pregunto si es verdad lo que dice Shinra acerca de no ponerse celoso cuando paso tiempo con Shizuo, porque a decir verdad he llegado a pensar que quizás él también está enamorado de mi. Siempre recalca la palabra " amigos" cuando habla acerca de mí, como si el simple hecho de hacerlo volviera a nuestra relación algo inalterable y eterno, y no puedo evitar preguntarme si tendrá algún significado oculto o si habla en serio.
- Celty, ¿podrías pasarme el móvil?
Su teléfono ha estado vibrando solo por algunos segundos, pero él siempre procura contestar de inmediato porque nunca sabe qué tipo de persona será la que esté del otro lado. Le extiendo el celular, pero antes de que lo tome oprimo el botón de contestación y le aproximo el auricular al oído, manteniéndolo ahí. Él me mira sorprendido, pero luego sonríe alegremente y deja escapar el sonido de campanillas de su risa. Cuando se le pasa comienza a hablar con su próximo cliente.
Al finalizar la llamada se levanta y va en busca de su maletín. Solo se quita la bata cuando va a ducharse, porque sabe que puede recibir una llamada en cualquier momento, así que lo único que le queda es ponerse los zapatos en la entrada de la casa. Antes de irse me recuerda que prometí no hacer ninguna otra entrega esta noche, y que quiere que lo espere en la cama. Estoy a punto de hacer aparecer mi guadaña de sombras, pero me contengo. Decido simplemente hacer una inclinación de hombros y tecleo en mi dispositivo:
"Depende de cuanto traiga a casa, doctor".
Shinra sonríe y me guiña un ojo antes de salir. No puedo decirle que no a él, incluso si es una petición que me llevará a enojarme o a temer por su bienestar.
Pero, ¿puede una criatura como yo sentir miedo? Es evidente que puedo sentir, sé que amo a Shinra, sé que aprecio a Shizuo, estoy conciente de las cosas que me gustan y de las que no, y también sé que puedo enfadarme y ponerme triste. Según Shinra, incluso lloro, aunque no sé si lo dice para ponerme una condición más humana que me haga sentir menos monstruosa, o si es porque en verdad me ha visto hacer algo como sollozar por las noches que le haga pensar así.
Creo que pueden ser ambas, las últimas semanas he despertado a la mitad de la noche teniendo pesadillas, y sintiendo una fuerte opresión en el pecho, pero no estoy segura de si eso significa que he llorado. Aún si así fuera, si es por Shinra, encontraré las lágrimas; pero si se trata sobre temer algo, en verdad no sé si lo tengo permitido.
He sentido algo a lo que podría llamar miedo antes, pero nunca es por mí, siempre es por él. Tengo miedo de que un día no regrese a casa porque sus pacientes son gente muy peligrosa, o porque algún policía lo descubra ejerciendo sin un título. O porque descubran que vivo con él.
¿Querrían entrevistarlo acerca de ello? Supongo que sí, pero eso es lo que menos me preocupa. Lo que en verdad temo es que pongan en duda su cordura por estar con alguien como yo. No podría vivir sabiendo que Shinra terminó siendo tratado como un loco o que fue encerrado en alguna institución psiquiátrica por culpa mía. Temo perderlo para siempre, y tengo el presentimiento de que, más temprano que tarde, eso sucederá.
Me encanta Shinra, no conozco a nadie que sea como él. Desde niño ha sido un manojo de positividad y honestidad que se metía en problemas con casi todos. Pocas veces le vi derramar alguna lágrima y ninguna de las veces fue por algún abuso. El siempre, siempre sonriente Shinra. Recuerdo que al salir de clases corría al laboratorio de su padre para verme y contarme acerca de su día, y gracias a eso comprendí lo que era ser humano, cualidad de la que yo carezco a pesar de lo mucho que comparto con ellos. También se acercaba a mi después de alguna disección y me abrazaba muy fuerte mientras llenaba de besos mi imaginaria cabeza preguntándome si estaba herida. Yo le reconfortaba diciéndole que estaba bien, que no debía preocuparse, pero Shinra no se apartaba de mi lado ni me soltaba la mano hasta que se quedaba dormido y su padre debía llevarlo a casa en brazos.
Al hacerce mayor yo había sido liberada de todas las investigaciones, agujas y bisturís a las que me habían sometido él y su padre; él se había vuelto un muchacho encantador, con un aire de grandeza a su alrededor a pesar de lo torpe que era, porque para ser sincera la única palabra que puedo encontrar para describir a aquel niño, a aquél muchacho y al actual Shinra es "sabio".
Y tengo miedo de no verlo nunca más.
No se lo he dicho aún. No sé si deba hacerlo tampoco, pero me sentiría mal abandonándolo sin razón alguna. No quiero que me siga a ese abismo tan desconocido llamado "muerte". Me cuesta mucho mantener mis sombras últimamente y pesadillas me han estado levantando estas semanas, todas acerca de mi cabeza, en las que siempre aparezco tratando de alcanzarla antes de que le pase algo, pero Shinra se interpone y me niega con la cabeza y portando su más dulce sonrisa.
Creo que en realidad algo le pasa a mi cabeza. No estoy segura de qué, pero definitivamente estoy muriendo a causa de eso. Sin embargo, la muerte no me asusta. He vivido más que suficiente en este mundo al que no debía pertenecer para empezar, así que sea lo que sea que le suceda a mi cabeza o lo que le estén haciendo no me importa, pero Shinra sí. En verdad temo no verlo de nuevo, no saber qué hará cuando ya no esté hace que un escalofrío recorra toda mi metafórica espina dorsal, imaginar las cosas que podría hacer me asusta aún más. No temo por mí, temo por él.
Escucho la puerta principal abrirse y distingo el sonido de jadeos de Shinra. Ha venido corriendo otra vez. Yo le espero en la alcoba como siempre, con la computadora en mi regazo. El me saluda como de costumbre.
- ¡Celty! ¡Ya estoy en casa!
- ¿Te fue bien? - tecleo.
- ¡De maravilla! Podré llevarte a cualquier lugar que quieras en tu próximo día libre, Celty.
Dicho esto se quita la corbata y se tira a la cama, abrazándome. Sabía que lo haría, así que he cerrado la pantalla de la computadora y la he dejado en el suelo antes de que lo hiciera. Ha atrapado mi cuerpo entre él y la cama y no puedo salir, así que le sigo el juego y deslizo uno de mis dedos por toda la línea de su mandíbula y él contesta con un sonido parecido a un ronroneo. Luego, mira directamente hacia donde debería estar mi cara y sonríe.
- Todo saldrá bien, Celty.
Entonces posa un beso imaginario en el lugar donde debería ir mi frente y esconde su rostro en mi hombro al tiempo que deja todo su cuerpo caer delicadamente sobre el mío. Siento algo húmedo, y la presión en mi pecho regresa. No sé lo que significa. ¿Estoy llorando, estoy muriendo, estoy sangrando? ¿O es Shinra quien llora?

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