🔳 潘多拉之谜 ~ Penguins: El Misterio De Pandora [2° Parte]

Las Fases De La Moral

Julien jadeaba mientras trataba de alcanzar a Alex y Marty, se detuvo un momento para descansar y al ver que los dos chicos se habían detenido en la esquina del parque volvió a correr hasta alcanzarlos.

—Solo nos faltan cinco vueltas más al parque —habló Marty.

—Creí que eras el más rápido de tu clase.

—Eso dije —murmuró Julien con la respiración agitada—. Pero ustedes van muy rápido.

—Debemos seguir. Dijiste que querías comer saludable y hacer ejercicio.

—Cambié de opinión, no seguiré con esto. Es demasiado esfuerzo levantarse temprano para correr antes de ir a la escuela —sonrió presumidamente—. Además, con está figura no es necesario —dijo señalándose a sí mismo.

Skipper corría junto a sus amigos.

—Rápido muchachos. Está misión es de alta prioridad.

Skipper se detuvo al voltear hacia la izquierda y no ver a dos de sus amigos.

—Manfredi, Johnson —volteó hacia la derecha—. Kowalski, ¿dónde...

Skipper dejó de hablar al no ver a ninguno de sus amigos. De pronto todo a su alrededor desapareció quedando solo oscuridad.

—¿Dónde están todos? Debemos llegar pronto a... —por un momento dejó de hablar, tenía una mirada confundida—. ¿A dónde tenía que ir? ¿Cuál era la misión?

Bajó la mirada al escuchar algo romperse, observando las grietas del piso antes de que éste se rompiera totalmente y cayera al vacío.

Skipper abrió los ojos al escuchar el despertador, tenía la respiración agitada, apagó la alarma y se levantó de la cama. A diferencia de otros días, se despertó más tarde debido a que en la noche estuvo hasta tarde en la guarida del alienígena planeando sobre el asunto de Pandora.

Salió de su habitación con el cabello despeinado y al llegar al comedor se detuvo al ver a una persona de espaldas, ésta se cubría la cabeza con una capucha.

—¿Quién eres?

La persona volteó hacia él y se quitó la capucha.

—Oh tú debes ser Skipper —dijo la chica pelirroja—. Mi nombre es Kitka, es un gusto conocerte.

—El gusto es mío —dijo arreglándose rapidamente el cabello con la mano y sonrió coquetamente—. ¿Qué te pasó? —preguntó al verle la muñeca vendada.

—Un pequeño accidente al entrenar.

—¿Entrenar?

—Sí, me gustan las artes marciales y las acrobacias. Perdón si te asusté con mi inesperada visita.

—¿Asustarme? Ja, ja, yo desayuno el miedo.

—Con malvaviscos de calavera —añadió Emma parándose al lado de Skipper, sosteniendo una caja morada con aquella figura.