Mía | Jeon Jungkook [ + 18]

Capitulo XL | Un mar de chantajes

-Señor Oliver.-Salude llegando al auto estacionado frente a la universidad.

-¿Listo señorita Mirnov?-Pregunto educadamente.

-¿Ya la vieron?-Murmuraron algunos chicos y chicas que pasaban junto a nosotros.

-Si, al parecer sigue siendo una zorra.

-Ese hombre debe ser su cliente.

Trague duro y vi con vergüenza al señor Oliver quien me abría la puerta del auto.

-Suba señorita Mirnov, mi jefe el señor Jungkook la espera.-Abrí mis ojos cuando hablo en voz alta, los chicos que pasaban se sorprendieron y me vieron mal, pero continuaron. Yo le sonrei al señor Oliver, el me guiño un ojo siendo amigable y entonces subí al auto.

-¿A casa, señorita?-Pregunto el señor Oliver ajustando su cinturón.

-Oh.-Sonrei tímida.-No, me gustaría ir al super mercado.

-Muy bien, vamos al super mercado.-Dijo amable y encendió el auto para conducir por las concurridas avenidas de Seúl.

Unos quince minutos mas tarde, nos bajábamos del auto, tome mi cartera y me teléfono de mi bolso y entramos al super mercado.

El señor Oliver tomo un carrito y me indico que caminara adelante de él.

-Señor Oliver.

-¿Si, señorita?

-¿Puedo preguntarle algo?-Ambos caminábamos por el área de electrónica.

-Claro, señorita.

-Mhmmm....-Divague un poco.-¿Por que Jungkook siempre lo envía a cuidarme a usted solo? ¿Y si le pasa algo? yo no se defenderme, imagínese si un día lo tengo que defender a usted.-Me detuve viéndolo preocupada. El señor Oliver rio levemente.

-No se preocupe, señorita, estoy muy bien entrenado.

-¿Enserio?-Pregunte volviendo a caminar.

-Si, estuve en las fuerzas armadas y tiempo después me cambie a la marina, fui agente encubierto en prisión. Conozco desde la vida mas dura hasta la mas tranquila aunque no lo parezca.

-Vaya....¡Espere!-Me detuve de nuevo deteniéndome del carrito, el señor Oliver me veía atento.-¿Dijo que estuvo de encubierto en prisión?

-Así es.

-¿Como es eso?

-Bueno....entre a prisión fingiendo ser un preso.-Abrí mis labios sorprendida.

-¿Por que hizo eso? que loco.-Me tape la boca pero el señor Oliver rio.-Lo siento.

-No se preocupe.-Volvimos a caminar, pero esta vez yo junto a él. De alguna manera ya no me incomodaba tanto su cercanía.-Bueno, a veces para encontrar maleantes, debemos hablar con otros maleantes. La cárcel es el lugar perfecto para encontrar a los socios de los que ya están encerrados.

-Dios. Pero eso puede ser peligroso, usted se hacia pasar por sus amigos.

-Así es.

-¿Y nunca lo descubrieron?

-No. Hice muy bien mi trabajo.

-¿Le gustaba?

-Si, mucho.

-¿Y porque dejo ese trabajo?-Vi como agacho su mirada.

-Digamos que no todos los que trabajan para el gobierno o las fuerzas armadas son honestos, señorita. Me tendieron una trampa. Me vendieron al líder de una organización criminal cuando encerré a su padre en prisión.