Capítulo 7

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Hermione tiene una teoría. Para probar dicha teoría, cambia la hora a la que llega a casa después del trabajo cada día. Diez pasadas las seis. Media hora después de las cinco. Cinco pasadas las siete. Luego observa el reloj de la cocina. Sin falta, en el minuto dos, Draco Aparece en el vestíbulo.

Después de una semana completa de este patrón exacto, confronta a Draco.

-¿Tienes una alerta de protección en tu varita para cuando llego a casa?

-Sí.

-¿Por qué?

-Para que podamos cenar juntos.

Cuando dice estas declaraciones con tono de hecho, como si sus motivos fueran obvios, Hermione nunca tiene una respuesta lista. Aprecia los gestos de civilidad, o amistad, supone, pero lo que su mente tropieza es con la intención detrás de ellos.

-¿Así era en tu familia cuando crecías?

-Sí. Era importante para mis padres.

-Ah.

-Y hablando de mis padres... bueno, mi madre, en realidad, es consciente de que he visto a tus padres en varias ocasiones.

Hermione se sienta a la mesa y se retuerce las manos. Debería haber visto venir esto.

-Te he puesto en una situación difícil, ¿verdad?

Draco suspira y se sienta frente a ella. Hermione siente que se avecina una negociación.

-Dije que nunca te obligaría a ir. Pero mi madre me ha pedido, suplicado, que reconsideres.

-Oh.

Antes de que pueda asimilar adecuadamente sus sentimientos sobre esa revelación, Draco se frota la nuca avergonzado.

-Hay más. No he sido completamente honesto contigo.

Draco saca un paquete de cartas de su bolsillo interior y las desliza hacia Hermione. Atadas con una cuerda, parecen ser varias docenas de piezas de correspondencia dirigidas a ella.

-¿Has estado interceptando mi correo?

Su voz casi llega a un chillido y ahora su memoria corre para recordar si ha perdido algo importante recientemente. ¿Ha retenido Draco avisos cruciales del Ministerio?

-No tu correo. Bueno, sí, tu correo, pero solo estas cartas. Mi madre te ha estado escribiendo.

-No tenías derecho - regaña Hermione y de inmediato rasga la primera carta. Sus ojos recorren el pergamino lleno de la caligrafía más pulcra que ha tenido el placer de leer.

Narcissa ha escrito una invitación personal para que Hermione se una a ellos en la Mansión para la víspera de Año Nuevo. Que fue hace unas semanas.

Hermione mira a Draco con furia y rasga la siguiente.

-¿Por qué?

-¿Por qué te ha escrito?

-No, tonto, eso es bastante obvio. - Hermione agita una carta abierta en su cara, esta con una invitación a un almuerzo. Cada carta sucesiva tiene más invitaciones, súplicas para pasar tiempo con ella. Tés, excursiones de compras, cenas, etc. Incluso hay una carta de hace meses pidiendo intercambiar recomendaciones de libros.

-¿Por qué sentiste que tenías derecho a ocultármelas?

-Ella no me dejaba leerlas de antemano y no tenía ni idea de por qué quería escribirte tan desesperadamente. Pensé que podría ahorrarte algo... potencialmente ofensivo.

-Sí, no estoy segura de cómo mi delicada psique habría manejado esta - voltea la carta para que él pueda leerla - oferta para acompañarla en un tour por el jardín de la finca Shafiq.

In These Silent Days por @HeyJude19-writing (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora