<En la oficina de Xylon>
suena el teléfono
contesta
—Buenas tardes, ¿tengo el placer de hablar con la señorita Luna?
—Sí, con ella. ¿Con quién tengo el gusto?
—Habla Ethan. No dispongo de mucho tiempo; necesito apoyo urgente para unos rescatados, por favor.
—Gracias por informarme, ya pronto estará listo.
—Le estoy profundamente agradecido.
Cuelga
<De vuelta a las afueras del castillo>
—Ya he solicitado apoyo para estas personas. Emma, ¿has logrado detener el sangrado?
—Emma?
—Ah, ¿qué pasa? —Le preguntaba si ya pudo detener el sangrado. Además, ¿se encuentra bien, Emma?
—Eh, sí, ya estoy bien, vámonos.
/realmente, si Ethan no me hubiera dicho, no me habría percatado. ¿Qué...sucedió? /
<Minutos después>
—Emmix, Ethan, los felicito, hicieron un buen trabajo, aunque sí admito fue un poco inesperado el final.
—Muchas gracias, señor Xylon, pero hay algo aún más importante que debo mencionar.
—Si preguntas por los que lograron salir, no te preocupes, querido, ya los identificamos e hicimos el procedimiento de acuerdo a la situación. Lo que sí no entiendo es por qué Emmix se ve como... ¿desconectada?, ¿sabes algo?
—Ha estado así desde que salimos premeditadamente del castillo. Sinceramente, no sé qué le ocurre.
—suspira Bueno, ya miraré qué le sucede. Muchas gracias, Ethan, ya puedes retirarte.
—Para nada, señor. Ha sido todo un placer.
En la oscura sala de reuniones, el holograma de Xylon brillaba intensamente, proyectando su presencia imponente frente a los asesinos recién llegados de su misión. Ethan, siempre elegante y compuesto, detallaba los pormenores de la última misión, su voz suave pero firme llenando el espacio. Emma, por otro lado, permanecía en silencio. Aunque su cuerpo estaba presente, su mente estaba atrapada en un abismo de recuerdos traumáticos.
Mientras Ethan hablaba, Emma revivía el horror del día en que unos enmascarados masacraron a su familia. Cada palabra de Ethan se distorsionaba en su mente, convirtiéndose en ecos lejanos que resonaban con los gritos de sus seres queridos. Su respiración se volvió superficial y rápida, el sudor frío comenzó a perlársele en la frente, y sus manos temblaban ligeramente. El holograma de Xylon, que para todos los demás era una figura inofensiva, se transformó ante los ojos de Emma en uno de aquellos enmascarados.
El rostro de Emma se contrajo en una mueca de terror y furia. Sin previo aviso, lanzó un kunai con una precisión mortal hacia la figura ilusoria. El arma atravesó el holograma sin causar daño, pero su acción dejó a todos en la sala perplejos. El silencio cayó pesado y tenso, roto solo por el sonido del jadeo desesperado de Emma mientras caía de rodillas.
—¡Emma! —exclamó Ethan, arrodillándose a su lado. Su preocupación era evidente mientras intentaba entender lo que acababa de suceder. Los ojos de Emma estaban desorbitados, su mirada fija en un punto en el vacío, viendo horrores que los demás no podían percibir.
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Lluvia Asesina
ActionEn las sombrías y lluviosas calles de Bogotá, Colombia, Mateo y Emma, dos jóvenes de 23 años, se encuentran inmersos en un oscuro mundo de misterio y acción. Ambos personajes están unidos por objetivos diferentes pero igualmente intensos. Mateo se e...